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Jihoon

—Dime.

—¿Te gustaría tener hijos?

Jihoon ladeó la cabeza, estaban a mitad de Coraline cuando Seungcheol decidió preguntarle eso.

—Tal vez ¿Y a ti?

—Sí, no ahorita obvio, pero quiero tener hijos.

—¿Cuántos?

—Los que pueda.— Seungcheol rió— Quiero niñas.

—Qué raro, pensé que ibas a decir que querías un varón.

—No me quejaría si llegara a tener un varón, pero quiero más a una niña.

Jihoon sintió mucha ternura, tal vez por tanto vino que tomó, pero tan sólo imaginar a una bebé corriendo detrás de Seungcheol le dio risa y cosita.

—¿Y si la tienes cómo la llamarías?

Seungcheol lo pensó un momento.

—Anabel, amo ese nombre.

Seungcheol suspiró mientras se ponía su camisa blanca. Hoy era el desfile, sólo tendría que vestirse y allá las muchachas lo maquillarían, su mamá lo iba a llevar y le dijo que se apurara.

Sólo que se había puesto a recordar cosas. Que Jihoon hubiese recordado el nombre que le dijo le revolvió el estómago el sábado, y ahora que lo pensaba bien, creía que era ridículo, capaz ni siquiera lo dijo por eso, sólo dijo el nombre por decirlo, pero igual el resultado fue el mismo.

Un Seungcheol obstinado.

—Eso si está rico papi— Seungcheol vio a su hermano por el espejo que tenía al frente. Qué raro él sin camisa y en short— Mira, mi mamá anda hablando paja de que no estás listo.

—Dile que ya voy, me estaba abotonando la camisa.

—Bueno. Y las cotufas están en la mesa, no de te olviden.

—Ajá— Seungcheol se mordió la lengua, sí lo había olvidado.

Antes de salir de su cuarto agarró su perfume, echándose en cada lado del cuello y un poquito en las muñecas. Aunque luego de verse un rato en el espejo, volvió a quitarle la tapita al perfume y se arrugó la cara antes de echarse desde lejos una rociada de perfume en la cabeza. Ahora, riendo como niñito, sí cerró el perfume y salió del cuarto.

El desfile era a las nueve, y terminaba a las once. Sabía que Jeonghan casi no iba, hasta que dijeron que tenían un carro el cual iban a decorar y ahí podría subirse, fue la única forma de que él mantuviera su promesa.

Recordando eso, le mandó un mensaje para que le pasara foto, no iba a aguantarse hasta el liceo para ver cómo iría.

También quería ver a Joshua. El traje de cascanueces era BELLO, aunque se veía ladilla de usar, pero verga, daba el toque. Y como siempre se preocupaba por los demás, también quería ver cómo le iría a Jun con su solo, había escuchado de Joshua varias veces que lo hacía bien, pero en la parte rápida Jun entraba en corto.

Sólo le podía desear suerte.

Fue a la cocina tarareando Morado de J Balvin y agarró su termo de agua y la taza grande de cotufas, las cuales había hecho le señora Delia hace rato. Ella estaba limpiando la cocina cuando él la saludó como siempre, con un besito en el cachete.

—Buenos días, Delia.

—Buenos días, hijo ¿Cómo amaneciste?

—Modo vampiro— ella le sonrió mientras lo veía— ¿Me veo bello?

U.E.I Sevenzuela -Seventeen-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora