Mi Sol; Mateo Palacios.

cuatro

Sol
Hacía frío y caminaba a mi casa porque a Mateo se le olvidó pasarme a buscar, era tarde y casi no había gente en la calle, apresure el paso cuando un auto sonó la bocina detrás mío, no quería voltear, sabía cómo terminaban estos casos.
Nuevamente el auto se detuvo delante mío cuando iba a cruzar la carretera, mi corazón comenzó a latir a mil por hora

-¿Estás demente? Boluda es re tarde y oscuro para que estés aquí sola- era Matías, el alma volvió a mi cuerpo y suspiré fuerte -¿Todo bien? te ves mal- dijo saliendo del auto

-me asusté, pensé que me harían algo y resultaste ser tu- el solo sonrió como idiota deaa

-perdóname So, no quería asustarte, pero bueno, sube, te llevo a casa- obvio acepte, era noche y no quería más sustos, en el camino hablamos sobre la grabación y nuestras carreras todo tranqui

-bueno, sana y salva- freno frente a mi departamento y miraba todo al rededor

-muchísimas gracias Matías te debo una- el me miraba sonriente mientras estaba mascando un chicle

-de nada So, cuando quieras estaré encantado de traerte hasta aquí- sonreí y le di un casto beso en la mejilla

-bueno Matías, nos vemos mañana, adiós- camine y espere en la entrada, lo vi desaparecer en la esquina de mi casa, estaba realmente agotada, tomé el elevador y pase directo a mi cama, era un largo día y una gran decepción por parte de Mateo 

Mateo
Apenas y podía caminar de tan en pedo que estaba, abrí torpemente la puerta del apartamento y trate de no hacer ruido, en lo cual falle, ahí estaba Sol con una campera mía y shorts, se veía cansada

-amor... perdón, yo no quería despertarte beba... vuelve a dormir- dije como pude

-vamos Mateo ya es tarde- me llevo hasta la pieza y quito mis zapatillas, era una mina de oro, y yo solo hacía que cada vez ella sintiera menos amor por mi. - Te amo Sol - le di un beso en la cien y me dormí.