A Fuego • MiriTama [CANCELADA]

5. Consejos 2/2

[ omnipresente ]

Después de haber tenido lo que para el hubiera fue el mejor sueño que ah tenido, Tamaki abrió los ojos sintiéndose feliz. Luego se asustó al sentir un par de brazos cálidos rodeandolo, y al darse cuenta de quien era el dueño de ese par de brazos, llego a la realización de que su sueño tal vez no fue un sueño. Se exalto? Si, tanto que pego un pequeño brinco al descubrir que, quien lo estaba rodeando en un abrazo era el chico de el que estaba enamorado, Mirio Togata.

Al sentir el brinco de el otro, Togata fue lentamente abriendo los ojos hasta quedar completamente espabilado y sintiéndose lleno de energía, como de costumbre. Pero esta vez un poco más que otros dias sabiendo que despertó con aquel que hace que su corazón brinque entre sus brazos. En ese momento Tamaki al sentirlo moverse se volteo para mirarlo a los ojos. Por unos minutos que parecían eternos se contemplaron el uno al otro cada uno con un brillo fugaz en sus ojos. Mirio sonrió

- Buenos Días, Tamaki - dijo con su gran y reluciente sonrisa. -

- Buenos d-días... - tartamudeó nervioso - que... paso ayer? - Se hizo el que no sabia, como si no recordara los acontecimientos que tomaron lugar la noche anterior. Aun sabiendo perfectamente que su amor era correspondido, tenía miedo. Miedo a que a pesar de sus sentimientos el otro no quisiera tener algo con el, era imposible que quisiera algo con alguien tan simple, aburrido y patético como el. De paso serian juzgados al ser ambos del mismo genero... quien querría eso? Quien arriesgaria su reputacion por alguien como el? Por dios. Pensó el de cabellos Índigo -

- No... lo recuerdas...? - Su sonrisa se iba desvaneciendo -

- No... - Tamaki no lo miro a los ojos, ahí supo que no decía la verdad, pues le conocía tan bien que sabia que a pesar de su timidez, el seria capaz de seguir mirándolo como lo estaba haciendo y mientras decía la verdad, pero al mentir Tamaki desvía la mirada. Y eso es algo que Mirio muy bien ya sabia. -
No paso nada, solo me quede a dormir por que estaba aburrido-

- Oh... b-bueno. - Ahí es cuando Tamaki se decepciono, pues esperaba algo más, esperaba otras palabras por parte de el rubio. En ese momento sintió su garganta arder y supo que venían las lagrimas, trato de contenerlas, de no dejarlas salir pero al perder la batalla contra sus sentimientos solo bajo la cabeza esperando que el chico que tenía en frente no se diera cuenta. -

Mirio rio derrotado, sabiendo que por su propia voluntad Tamaki no admitiría nada. agarrando suavemente la barbilla del chico contrario y mirándolo a sus ya hinchados ojos, los cuales poseían pequeñas lagrimas que limpio con su mano libre, para luego decirle " Mírame a los ojos y dime que no te acuerdas de lo que pasó. "
Tamaki trato, abrió la boca pero las palabras no salían. Se había quedado en blanco. El rubio volvio a hablar

- Deja de actuar. Te conosco tan bien que se perfectamente que no me estas diciendo la verdad, ya que ni siquiera eres capaz de mirarme a los ojos. - El rubio tomo las manos contrarias y llevo una de ellas a su pecho, especificamente en donde se encuentra el corazón.- "Sientes como mi corazón late tan rápido? Late por ti, se acelera por ti, salta y me hace sentir que que se me saldrá tarde o temprano del cuerpo... todo eso es por ti...!" - exclamo el rubio con un tono rosado en sus mejillas, causando con sus palabras un sonrojo notorio en el chico de orejas puntiagudas. -

Tamaki apretó la mano de Mirio tratando de aguantarse las grandes cantidades de lagrimas que escurrian por sus mejillas, quería expresarse, pero las palabras no salían... no lograba expresar lo que sentía, Mirio no iba a apresurarlo, sabe que a el chico le cuesta expresarse y hablar sobre sus sentimientos. Y como consecuencia se guardaba las cosas para si mismo. Mirio se limito a jalar la mano de Tamaki para que se acurrucara en su pecho, como una forma de darle comodidad y hacerle saber que esta bien si las palabras no salen. A Mirio le basta con su lenguaje corporal y lindos sonrojos, pero a Tamaki no. El quería hablar, quería expresarse, quería dejarle saber al otro que su corazón latía igual de rápido por el, quería hacerle saber que nunca antes había sentido algo así por nadie y que así como fue el primero que lo hizo sentir así también quiere que sea el ultimo hasta que la muerte los separe. Pero no lo hizo, se limito a quedarse en silencio, sintiéndose como un inútil.