08; Horas

19 2 0
                                    

Sujoon


Son las 5 de la tarde y él no puede levantar una roca...

— Sabes, porque no lo dejamos aquí...— me levanto del suelo y camino a las escaleras — ¡agh! estaba a punto de levantarlo — grita furiosa mientras patea la piedra, suspira y se gira para verme — lo intentaremos otro día... — agarro la mochila de mi compañero y se la extiendo, la toma de mala gana y baja las escaleras — ¡no entiendo por qué no funciono! — sus pisadas son cada vez más fuertes — tranquilo, tal vez mañana podamos- —

— ya estoy cansado de esto, ¡me rindo! — termina de bajar primero y con pasos largos se acerca a la salida, trato de alcanzarlo pero este ya está caminando al otro lado de la calle — ¡¿no te vas a casa!? —

— ¡déjame!

¿enserio se enojó?, camino a mi casa y miro el hermoso cielo, su color se está opaco anunciando tal vez una pequeña llovizna, un maullido me hace detenerme para luego voltearme y ver a una pequeña melena blanca moverse en los bajos techos del barrio — hola hermosa, cuanto tiempo — levanto mis dos manos para tratar de sostenerla, pero esta se aleja de mi ¿enojada? —¿qué pasa? — voltea su pequeño cuerpo para dirigirse al lado opuesto

— ¿también estás enojada conmigo? — ignorada, suspiro y sigo mi camino —ni siquiera sé por qué le hablo a un gato... — parece ser que todos están de mal humor, llegó a la entrada de mi casa y busco en el bolsillo de mi falda las llaves para por fin cambiarme está molesta ropa, abro la puerta y vuelvo a sentir esa mala presencia de que tanto me disgusta de esta casa, camino en el delgado pasillo para llegar a mi pequeña habitación, desabrocho molesta mi camisa, pero algo muy brusco me detiene, un fuerte sonido en la parte de arriba para mis torpes movimiento. Corro a las escaleras para llegar al lugar del sonido, agarro uno de mis tenis como "arma de defensa" y me acerco a la habitación donde provenía el sonido, antes de abrir la puesta esta se abre sola dejando ver a un agitado Taehyung.

—¡que pasa! ¡me matara- — una de sus grandes manos se posa en mis labios provocando un silencio infernal. — cállate y escucha... — susurra mientras nos agachamos lentamente, trato de agudizar mis sentidos para oír lo que el castaño hablaba, un agudo rugido se presenta arriba de nosotros, no era un león o un tigre, sus quejidos y jadeos eran demasiado agudos para ser de una de esas opciones, sus fuertes pasos se afirmaban en el delgado techo de asfálticas, para que luego se presente el silencio.

— ¿qué mierda es eso...?

— todavía sigue aquí... — abandona mis labios lentamente, esperando que guarde silencio, me fijo en el techo asustada por los horribles ruidos, lo veo, puedo ver el gran charco negro que dejo la criatura. —creo que se fue...— se aleja de mí para después levantarse como si nada. —¿¡que mierda fue eso!?— miro como va abriendo la nevera para sacar un jarro de agua. —esa cosa nos perseguía desde que estábamos en la azotea — toma un vaso y lo llena. — ¡por qué no me dijiste!

— ¡porque sabía que te ibas a alterar de esta manera! — su mirada deja el vaso y se fija en mí, está asustado, molesto y preocupado. —¡por favor! deja de grita...— bebé hasta dejarlo vacío. —lo siento...— suspiro y miro la ventana, ya había empezado a llover, miro las pequeñas gotas y trato de relajarme. — ¿tienes algo para esto? — volteo y lo primero que veo es un fino corte en su brazo. — agarró su brazo sano para ir a mi cuarto, lo suelto y voy a uno de los cajones. —¿podrías arreglarte? — ya con el botiquín me giro y le doy una mirada de confusión. —tu camisa, te la quitas o te arreglas — su coqueta sonrisa me estremece, dejó la maleta en la cama, el toma asiento en mi cama — pervertido...— arreglo mi camisa sintiendo su mirada, me siento y abro el botiquín. —¿no serias tu la perversa? lledo vestida asi—

—como iba saber que vendrías...

(...)

— te tengo que decir algo...— lo escucho atenta, guardó la maleta. — creo que tendremos que ir de aquí...— me giró sorprendida. — ¿disculpa? — su mira deja ver que está hablando en serio. —escucha, tal vez esa cosa va volver— me acerco a él para estar delante de este. — ¿cómo sabes que volverá?

— ¿cómo sabes que no volverá?

— creo que estas exagerando...

— escucha Sujoon, siendote sincero estoy cagado del miedo. — se levanta de la cama, levanto mi cabeza para contemplar sus fogosos ojos. — pero, ¿qué pasa si vuelve? ¿qué pasa si les hace daño a nuestros familiares? ¿que pasara nos hace daño? — bajo mirada para ver el plano suelo. — piénsalo, cuando vuelva no podremos hacer nada...

— podemos con nuestros poderes— creo que es la cosa más estúpida que eh dicho

— ¿poderes? — me mira burlón. — ¡no tenemos esas mierdas! — me grita y yo retrocedo. — parecemos unos putos niñatos, si seguimos con la payasada no podremos encontrar a Namjoon...— le hecho una ojeada para ver como mira el techo estresado. — ni siquiera sé por qué te sigo ayudando si me tratas de esta manera...— estoy apunto de abandonar esta locura

— ¡¿disculpa?!

cierro los ojos esperando más gritos pero lo único que escucho es un fuerte golpe a la pared. —mierda...— abro mis ojos, para ver a Taehyung mirando el muro, veo este y me quedo congelada

dos bolígrafos incrustados en la pared

— que no tenemos ¿¡que no tenemos!?— esta vez es mi turno de reñir. — ¿¡quién hizo eso?! ¡¿pepe?!— trato de calmarme. — mira se que es una locura esto, pero quiero que te des cuenta que ¡esto! — señalo los dos objetos. — fuimos nosotros y son poderes...— sigue sin mirarme, solo está observando el muro. —Kim Taehyung...— lo llamo y el me ve. — hagamos un trato, si volvemos a ver esa criatura, lucharemos y nos iremos de aquí...— se queda un minuto analizando mi propuesta. — como quieras— sale del cuarto. — tal vez de esto estaba hablando esa niña con ayudarnos...— 

— pues ¡que forma mas estupida de ayudarnos!—  escucho el fuerte portazo, se fue.

(...)


kill and destroy; KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora