¿Que es el amor?

11

Luego de una noche bastante pesada en la que el insomnio se apoderó de Martina, sonó el despertador igual de ensordecedor que siempre. Odiaba tanto ese sonido, si pudiera elegir algo para no escucharlo nunca más en su vida, definitivamente sería eso.

Se restregó los ojos y, cuando los abrió el sol hizo que rápidamente volviera a cerrarlos. Quiso levantarse a cerrar la cortina y a apagar la alarma, pero no le fue posible ya que un brazo que no había visto antes se encontraba rodeando su pecho.

No recordaba haber dormido con nadie, por eso le resultó muy extraño que hubiera alguien en la cama. Pensó qué tal vez sería Lena que acostumbraba a quedarse a dormir en la casa de la rubia después de tocar. Pero cuando giró su cabeza, pudo ver a la persona que menos esperaba mirándola con una sonrisa de oreja a oreja.

Era Paula, si Paula. No podía creerlo, estaba totalmente estupefacta. No sabía cómo reaccionar, estaba alegre, sorprendida y enojada con ella misma. Todas esas emociones al mismo tiempo.
-Buen día linda- dijo la colorada que seguía mirándola embobada- ¿dormiste bien?
-S-si ¿Que haces acá?- preguntó bastante dudosa
-Ay, ¿no te acordas? Ayer me llamaste para decirme que estabas muy enamorada de mí y que necesitabas que vaya a tu casa. Llegue, me pusiste contra la pared, y bueno... vos sabrás qué pasó- dijo mientras se le acercaba y la besaba
Martina no podía creerlo, ¿En serio había arruinado todo por una calentura? Se odiaba, la había cagado completamente. Pero al mismo tiempo, los labios de Paula sabían más deliciosos de lo que imaginaba. Sus bocas conectaban muy bien. Le encantaba. Poco a poco la colorada había empezado a bajar por su cuello con besos húmedos. No aguanto y le quitó ese remeron amarillo que traía Martina, no llevaba corpiño así que al ver sus pechos se limitó a sonreír y a jugar con ellos. Continuó bajando y pidiendo permiso, quito la tela de encaje que quedaba. Martina estaba totalmente excitada, no aguantaba más. Sin dudar mas, Paula se adentró en su zona y la rubia comenzó a gemir.

Pero luego de eso, cuando estaba pasando lo mejor, comenzó a escuchar risas. Las reconoció desde un principio, eran... ¿Luján y Clara? ¿Que hacían riéndose de ella mientras tenía sexo con Paula? Miro hacia adelante, y la colorada ya no estaba.

No entendía nada de lo que estaba sucediendo hasta que abrió los ojos en serio y noto como todo era un sueño.

Como Paula no estaba ni había estado allí nunca, ni siquiera como amigas. Miro hacia un costado y efectivamente, eran Luján riéndose y Clara mirándola con cara de asco.
-Martina, ¿Podes explicarme que estabas haciendo?- dijo su hermana
-Durmiendo, no se si sabías pero cuando una persona está acostada en su cama con los ojos cerrados es porque duerme- dijo sarcástica y con mucho mal humor.
-No, Martina no me refiero a eso. Te lo pregunto porque estabas gritando como una loca. Por ahí tuviste una pesadilla-
-Ay Clara, ninguna pesadilla- dijo Luján que seguía tentada- sos muy inocente vos. ¿Estuvo hot la noche, Mar?-
- Cállate tarada- dijo mientras la golpeaba levemente- Si, Clari. Debe ser eso, una pesadilla- dijo yéndose al baño mientras fulminaba con la mirada a su amiga. Si de alguien no iba a hablar de sus sueños calientes, era con su hermana.
-¿Que hacen acá?- pregunto mientas se lavaba los dientes-
-Vinimos porque todas te llamamos muchísimas veces y no nos atendiste- dijo Clara bastante enojada
-Si, se ve que estabas bastante ocupada en tus cosas- dijo Luján volviéndose a reír
-Son las 12 del mediodía Martina, el local abre a las 7 por si no sabías- hablo Clara
-Ya se, Clari, ya se- dijo mientras buscaba algo para cambiarse- perdón, estuve con insomnio toda la noche. ¿Y las chicas? ¿Todo bien?- pregunto bastante interesada
- Paula no está enojada con vos, si preguntas eso- dijo Luján
Los ojos de Martina se abrieron y pudieron verse las ganas de matar a su mejor amiga desde lejos.
-¿Por que Paula? ¿Qué pasa con ella?- pregunto Clara
- Nada- dijo evadiendo la pregunta a lo que su hermana la miró como esperando la verdad- nada, Clara. Nada- dijo no muy convencida, pero enojada por la insistencia de su hermana.
Luego de eso, la rubia se termino de preparar y se dirigieron hacia el local...