¿Que es el amor?

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Al ver como el chico violento había sido echado por los guardias, Paula se dio vuelta y quiso chequear el estado de su amiga.
No la encontraba hasta que agachó su cabeza y pudo verla en esa esquina de la cervecería sentada en el suelo.
La colorada se acercó a ella y, pudo notar que estaba llorando.
-Ey, amor ¿Que pasa?- pregunto preocupada
- Paula v-vos sos mi príncipe azul- dijo con bastante esfuerzo Martina mientras seguía llorando- ¿Te das cuenta de que m salvaste la vida? Ay y encima sos tan linda. Dame un beso, dale- dijo mientras se le acercaba.
La colorada notó la borrachera que tenía la rubia así que la frenó ( de todas formas, lo que más le afectaba eran los nervios de tener a Martina así de cerca).
- Mar, estás diciendo cualquier cosa- dijo alejándose un poco de ella- veni, dale levántate- y le tendió una mano para ayudarla a pararse.
Lo único que pudo hacer la rubia al estar de pie, fue perder el equilibrio y caer sobre los brazos de Paula, quien rápidamente pudo agarrarla de la cintura y comenzar a caminar con ella.
La colorada logró que de alguna forma u otra, todas volvieran a sus casas. Se encargó de que llegaran en buen estado ya que con el alcohol que llevaban podría haber pasado cualquier cosa.
Aunque no quería, lo mismo intentó con Martina. Pero le fue imposible dejarla irse casi desmayada como estaba, así que la llevó a su casa.
Eran alrededor de las 6 de la mañana, un jueves. Por lo que, al abrir la puerta de su casa, Paula se encontró con la imagen de Roma desayunando con el uniforme del colegio.
A muchos les sorprendería ver cómo la madre llega de una fiesta a esa hora mientras su hija está preparándose para ir a la escuela. Pero, en esta familia era una escena bastante habitual.
Lo inusual era ver a la colorada entrar a su casa con una persona tan alcoholizada como lo estaba la rubia. Ella nunca lo hacía, siempre se encargaba de que sus amigas llegaran a sus casas pero nunca las llevaba a su hogar.
Por eso, Roma se sorprendió al ver a su madre casi cargando a una persona que gritaba, cantaba y lloraba al mismo tiempo.
- Hola hija ¿Todo bien?-  se acercó Paula muy natural
- Si, ma ¿Vos todo bien?- Señalando a la chica que acababa de desplomarse en el sillón
- Ah si, me olvide de presentarlas. Roma, ella es Martina mi...- nos sabía muy bien que decir y tampoco sabía por que dudaba tanto con semejante estupidez- amiga. Hoy se queda a dormir acá.
- Heeeeey ¡hola! Que linda que sos- dijo la rubia levantándose rápidamente del sofá y asustando a las otras dos.
- Ey ey tranquila mar, te vas a marear- y dicho y hecho,  Martina se mareo y perdió el equilibrio- Veni amor, acóstate en mi cama- dijo intentando llevarla a su habitación
- No, no quiero dormir. Tengo hambre Pau, ¿Puedo desayunar con ustedes?- dijo mientras se sentaba en una de las sillas que rodeaban a la mesa
- Si, obvio. ¿Que queres que te haga?- dijo la colorada
- ¿En serio queres que te diga lo que quiero que me hagas?- dijo en un tono provocador (o eso intentaba)- Ay Paula qué atrevida que sos
Paula abrió los ojos ante esas palabras.
-Vos no estás bien Martina- dijo nerviosa- está Roma acá- dijo con una risa bastante falsa para calmar la situación y sacarle esa cara de sorprendida a su hija
- Ay si, ¡Hola Roma! Un gusto conocerte- ya iba como la quinta vez que la saludaba y la chica no sabía cómo reaccionar.
Intento seguirle el juego y cuando levanto la cabeza para mirar a su madre, solo pudo ver la cara de embobada con la que miraba a la rubia.
Se había quedado tildada mientras untaba una tostada y sonreía al ver a la otra en ese estado.
En este caso, podría decirse que es el famoso dicho: "Quédate con alguien que te mire como Paula a Martina"...

Holissss, me pareció que era momento hablar yo. Bueno, como verán escribir no es lo mío pero con todo lo que extraño a las chicas, se me es imposible no hacerlo. Están invitados a opinar, tirarme ideas, etc.
Perdón si tardo bastante en actualizar y los caps no son muy largos, es que con este tema de la escuela en casa no doy mas.
Pero bueno, les mando un beso y cuídense 🥰