Capitulo 3

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***Mi primer beso.

Con Ron, mi mejor amigo de toda la vida.

Sé que no es normal que una chica con 17, casi 18 años no haya dado su primer beso hasta ahora. Pero, yo no soy alguien accesible. Ni tampoco me interesa serlo. 

No quiero ser como las típicas chicas que prefieren comer ensalada porque engorda menos, o que llevan el menor número de ropa en su cuerpo para parecer más sexys cuando en realidad parecen unas putas y que no se han leído un libro en su vida, que es lo que aporta esa falta de inteligencia a su personalidad.

Yo soy todo lo contrario a ellas. Yo como chocolate, pizza, hamburguesas...Puf, el algodón de azúcar cuando hay una feria. Me gusta llevar ropa bonita, pero si hace frio, no estoy dispuesta a pasarlo por enseñar mis "encantos". Y sobre todo, soy una persona que ama leer, me encanta. 

Y eso normalmente es lo que limita un poco mi búsqueda de un chico.

Solo espero que los ingleses sean más guapos y diferentes. ***

Mientras pensaba todo esto, se me cerraban los ojos mientras mi mirada estaba perdida en el agua que había bajo mí.

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-Señores pasajeros, les rogamos que abrochen sus cinturones de seguridad y que se mantengan en sus asientos. En pocos minutos aterrizaremos en el aeropuerto internacional de Londres.-

Con la dulce voz de la azafata abrí lentamente los ojos. Había dormido durante todo el viaje.

Una vez hube bajado del avión, me dirigí a la cinta donde se recogen las maletas a esperar a que pasara la mía. Una vez localizada y cogida. Me dirigí a la salida.

Mientras caminaba a la salida, decidí encender el móvil que había apagado en el avión.

Tenía un mensaje de mi padre. 

*Cariño, te estoy esperando por fuera del aeropuerto, en la salida principal.*


Según leí el mensaje de papa, me dirigí hacia la salida.

Al llegar al exterior, un aire fresco pero agradable, choco contra mi estomago ligeramente destapado.

Al instante lo reconocí.

Seguía teniendo esa cara de buena persona, quizás un poco desgastada por el tiempo, pero con esa sonrisa que te hace sentir bien nada más verla. Y sin duda, había subido un par de quilos, pero no sabría decir si son de masa muscular o de grasa.

Pero, sinceramente, yo sabía que seguía siendo el mismo que había abandonado a su única hija en España. Sola.

-Cariño, ¿eres tú? ¡Estas preciosa y enorme!-Dijo con mirada de asombro mientras me daba un ligero abrazo.

-Hola papa.-Dije en un tono monótono.

A continuación, hubo un silencio un poco incomodo.

-Bueno, entra en el coche, que hace fresco.-Dijo abriéndome la puerta del copiloto y cogiendo mi maleta.

-Gracias.-Dije metiéndome en el gran y elegante coche negro.

En cuanto mi padre arrancó el coche y se metió en la autopista, empezó la charla que esperé que se ahorraría.

-Hija, estas muy guapa, has crecido un montón.-Dijo dirigiéndome una pequeña mirada para después devolverla a la carretera.

-Papa, es normal, ya que no me ves desde hace 9 años.-Dije un poco cortante.

Young, wild and free.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora