Young, wild and free.

Capitulo 4

-Y bueno... ¿Te parece si entramos y te presento a los demás?-Dijo sonriéndome y haciéndome paso para entrar.

-Claro.-Dije devolviéndole la sonrisa. Me agaché para coger la maleta que mi padre había dejado al pie de las pequeñas escaleras de la entrada antes de tocar el timbre minutos atrás.

-Tranquila, yo te la cojo y la subo. Tus cosas llegaron hace un par de días.-Dijo entrando y poniendo la maleta al comienzo de las escaleras.

En la casa había una temperatura agradable. El suelo, era de madera, al igual que la mayoría de los muebles. Y las paredes estaban pintadas en tonos claros y suaves. Era muy acogedora.

-Entra, tranquila. Es tu casa ahora.-Dijo sonriéndome. Sin querer me había quedado en la entrada, parada, con el bolso en las manos y observando todo como si fuera una niña pequeña.

Avancé un poco y me adentré hasta llegar donde se encontraba Liam.

-¿Tienes sed?-Preguntó.

-Bueno, un poco.-Dije tímidamente. ¿PERO QUE COÑO TE PASA LIS? ¡Tú no eres así!

Ambos nos dirigimos a la cocina.

-¿Qué te apetece? ¿Una Coca-Cola? ¿Un vaso de jugo? ¿Cerveza?-Dijo abriendo la nevera y mirándome.

-Un vaso de agua, eso está bien, gracias.- ¿Cerveza? ¡Pero si casi ni tengo los 18!

-Está bien.-

Me sirvió el vaso y se me quedo mirando mientras bebía.

-¿Pasa algo?-Dije riéndome una vez acabé el vaso.

-Es solo...Que no te esperaba así. Ni yo, ni ninguno de los chicos.-Dijo apoyándose en el borde de la encimera, mientras yo me sentaba en un taburete que había debajo de la isla que estaba en medio de la cocina.

-¿Y cómo me esperaban?-Dije riéndome.

-En realidad, te esperábamos...Todo lo contrario a lo que eres. Pensábamos que serías una niña o algo así. Bueno, al menos es así como te describía tu padre al menos.-

-Es normal, la última vez que me vio era así. Solo espero que al verme no vaya a ser una decepción para los demás.-Dije riéndome ligeramente.

-Créeme que no.-Dijo riendo.-Por favor, mírate. Pareces una chica de portada. Quitando el que eres simpática y la mayoría de ellas no lo son.-Dijo bromeando.

-Eres un exagerado. Deja que me conozcas. Y entonces verás que no tengo nada que ver con esas... ¿Chicas? ¿Se podrían llamar así?-Dije bromeando al igual que el.

-Por cierto, yo creo que deberíamos avisar a los chicos ya. Tú solo mira sus caras. Ten en cuenta que ellos pensaban que la chica que venía, iba a ser una niña a la que le iban a tener que cambiar los pañales.-Explicó.- ¡CHICOS, BAJAD! ¡ACABA DE LLEGAR LA HIJA DE SIMON!-Gritó.

A continuación, se empezaron a escuchar múltiples pisadas que venían del piso de arriba. A los segundos, ocho pares de ojos me estaban mirando a juego con una cara de asombro.

-¿Ella quien es, la hermana mayor?-Dijo un chico moreno tirando a negro con un poco de barba y con unos preciosos ojos marrones que podrían convertirte en vapor.

No lo aguante y me empecé a reír, junto con Liam.

-Esta es su única hija. Lisa.-Dijo Liam una vez que paramos de reír.

Ellos seguían mirándome como si fuera la novena maravilla del mundo.

-Tranquilos, no me tendrán que cambiar los pañales.-Dije riéndome de sus caras.