Capítulo 5. Un trato

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¿Qué hago? Shin está muy cerca.

- Shin...-

- Sólo cierra los ojos- Shin tocó mis párpados con la punta de sus dedos.

Cerré los ojos, pero ¿por qué estoy haciendo esto?...creo que sólo me estoy dejando llevar por el momento, ¿por qué siento que mis mejillas están sonrojadas?.

Después de esas palabras nos quedamos en silencio. Entonces él comenzó a acercarse cada vez más, hasta tal punto que sentí su respiración.

- ¿Crees que soy capaz de besarte?- dice acercándose a mi oído.

En ese momento alguien llama al teléfono de Shin. Apagó su celular, se abotonó su camisa y se puso un saco negro formal.

- Tengo que irme, así que sal de mí casa-

- De una u otra forma no quería estar aquí-

- Entonces, ¿por qué te quedaste en mi habitación?-

- Por la encuesta...-

- ¿Y por qué cerraste los ojos cuando te lo ordené?-

- E...eso...- que rayos, ¡¿porqué hice eso?!- creo que se me pegó tu idiotez-

- La única idiota aquí eres tú-

- No eres más que un imbécil-

Después de decir eso, él salió de la habitación sin decir nada más. Soy una tonta, él sólo juega conmigo. Por parte si hubiera ocurrido ese beso tal vez...me hubiera gustado. Al pensar en eso mis mejillas se sonrojaron. ¡No puede ser otra vez digo cosas sin sentido!, debo estar delirando, tal vez mi almuerzo tenía algo raro. Mejor salgo de aquí.

Salí de la habitación de Shin, aunque quería conocer un poco más su casa, así que me puse a ver el lugar. Al parecer había un montón de cuadros de su familia, pero la mayoría estaban rasgados o con los vidrios rotos...en especial parecía que le ponía más atención al rostro de su madre, en el cual  casi todas las fotos estaba su rostro totalmente rasgado. Pero ¿como hizo todo este desastre en sólo un día?

Miré mi reloj y me di cuenta que ya pasó como media hora viendo esto...el tiempo pasa muy rápido cuando haces algo indebido. Además que ya me estoy volviendo una acosadora.

Abrí la puerta para salir de la casa de Shin, por suerte él aún no había llegado y regresé a casa.

Después de todo pasó una semana, no hablaba con Shin, porque con el hecho de verlo recordaba lo que había pasado en su habitación y me ponía muy nerviosa.

Es viernes, y estaba almorzando tranquilamente con Nana en el aula, pero de repente llega su novio. Y como siempre ella corre hacia él y yo alejándome a un lado de su mundo de flores y conejitos.

- Nana, quieres que vaya a comprar un refresco- dije muy incómoda

- No, así está bien...gracias- dice abrazando a su amadisimo novio.

- Bueno...adiós- ¿ahora donde voy?, me siento tan solita..quiero un abrasito.

Caminé sin rumbo por todo el colegio dando vueltas y vueltas, por el aburrimiento me compré unas galletas y me senté en una banca que estaba alejada de todo el mundo...porque todos me estaban mirando raro sólo por estar caminando sola, algún día les voy a dar un puñete..abrí la bolsa de galletas y la coloqué a un costado. Entonces escuché que alguien se acercaba, ojalá que no me robe mis preciadas galletas.

- Oye...-

- ¡Las galletas son mías!- Al voltear me di cuenta que era Shin, justo cuando quiero evitarlo, aparece en ese momento.

- No me interesan tus galletas mentadas - dice sentándose a mi lado.

- ¿Y que tal el clima?- es como para darme un sopapo, ¿por qué rayos pregunté eso?, es obvio que es invierno y hace mucho frío...soy una tonta y estoy muy nerviosa.

- Quiero hablar contigo-

- ¿Eeeh?..-

-Necesito preguntarte algo, sobre lo que pasó en mi casa-

- Ah, eso..- me voltee en ese momento, no quiero que me vea a la cara. - Sh...shin, ya va a tocar el timbre. Y tengo que irme a clases rápido..así que adiós- traté de agarrar la bolsa de galletas que estaba a mi lado, pero...

- Oye...esa es mi pierna-

- Lo siento-

- Pervertida-

- Mal pensado, sólo quería mi bolsa de galletas-

- Nos vemos luego- él se levanta del asiento y se aleja.

¿Por qué dijo eso?, ¿que nos veríamos luego?

Pasaron las horas y caminé a casa.

- Ah...hace tanto frío, ¿por qué no me puse ese saco que mi madre me dio?- bueno, quién puede escucharme si aquí no hay nadie. En ese momento sentí que alguien me puso su saco encima. - Oye...¿qué te su..ce..de?, Shin-

- ¿Por qué no me esperaste?-

- Lo dijiste en serio..creí que eso de "nos vemos luego" era algo que sólo lo decías por decir- en verdad soy una persona horrible, a este paso alguien me asesinará..

- No importa-

- ¿Por qué querías verme?-

- ¿Qué fue lo que viste en mi casa?-

- Emmm- al escuchar eso comencé a recordar todos esos cuadros destrozados, pero ¿porqué le tenía tanto rencor a su familia y en especial a su madre?, seguramente esto tiene un gran significado con el hecho de querer suicidarse aquel día...realmente quiero saber lo que pasó, pero no creo que sea correcto hablar de ese tema- casi nada, salí rápido de tu casa, así que no pude ver nada en particular...-

- Deja de mentir, sé que viste las fotos-

- Bueno, prácticamente sí las vi, lo siento mucho no quería entrometerme...-

- Quiero que guardes un secreto-

- ¿Secreto?-

- Pero el trato es, que si te doy este beso no se lo dirás a nadie-

- ¿Qué?- él me besará...no, es imposible. No creo que esas palabras las esté diciendo en serio. No puede ser, Shin se está acercando mucho.

- ¿Aceptas el trato?-

TsundereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora