Extra 2. 3

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Despertar relajado claramente fue de ayuda para no tener un genio de los mil demonios cuando me encontré sentado en el asiento del piloto del coche de Baekhyun, aunque debo admitir que si me tenía un poco nervioso la mano que se colaba a ratos en mi muslo mientras mi mirada debía ir fija en el camino.

- ¿Chanyeol?

-Dime.

- Yo... Debo hablarte de algo que me está pasando últimamente.

- Puedes decirme, Baek. - lo miré de reojo para luego seguir con la vista en el camino- pero si quieres podemos hablar cuando lleguemos.

- Quiero decirlo ahora.

- Bien, te escucho. - Y sep, tenía pinta de ser algo que le importaba bastante porque apagó el radio y suspiró antes de empezar a hablar.

- No sé cómo explicarlo ni cómo preguntar... ¿Tu no quieres tener sexo conmigo?

- ¿Qué?

- Que si no quieres tener sexo... Conmigo

- ¿Qué te hace pensarlo?

- Chanyeol. He estado tratando de hacer que quieras hacerlo conmigo hace un tiempo y nunca llegamos hasta el final.

- El sexo no es sólo penetracion, Baek. Creo que esto debemos hablarlo cuando ninguno esté al volante.

- No, quiero hablar ahora. Por favor.

Joder ¿ahora qué?

- He estado investigando por mi cuenta... Tampoco es que tenga algún amigo que pueda orientarme ya que... Bueno, ellos suelen salir con chicas y creo que no es lo mismo... La cosa es que conseguí un par de documentos y bueno, estuve aprendiendo un par de cosas gracias a Doohyuk.

- Espera ¡¿Qué?!

- No sabía a quién más preguntarle, Chanyeol.

Ese jodido imbecil. Ya decía yo que Baekhyun estaba siendo más osado de lo normal. Voy a matarlo.

- Pero el me dijo que debía hablar contigo y no hacer nada muy atrevido, no te molestes con él. Sólo me ayudó con información.

- Jodido Doohyuk.

- Me ayudó, Chanyeol. También me ha dicho que tu si me deseas y tal pero no lo sé, no haces nada más que tocarme y de verdad me estaba preocupando. Yo si me estoy excitando más seguido.

Bien, está comprobado. Soy un idiota sobreprotector.

- Baek, creo que esto debemos hablarlo con más calma.

- Sólo quería saber.

- Está bien, pero creo que no puedo hablarte muy bien estando al volante, joder. Ni siquiera puedo mirarte a los ojos y sé que esto es algo importante para ti, sólo espera a que lleguemos, por favor.

- Bien... - traté de mirar su rostro por un segundo, estaba con la cabeza gacha y un mohín que no debió parecerme tierno mientras sacaba su móvil y lo desbloqueaba.

2 horas después logré llegar al sur de Busan, donde una agradable señora mayor nos esperaba en una cafetería local para entregarnos las llaves del lugar en donde nos quedaríamos dándonos también un par de indicaciones de uso de los implementos de la pequeña y acogedora casa de verano.

No sé si fue por cobardía, incomodidad y otra cosa, pero ninguno volvió a tocar el tema que se planteó durante el viaje, nos dedicamos a desempacar, a conocer la casa y conocer sus alrededores.
El sitio era la definición de relajación, todo el mobiliario tenía terminaciones de madera nativa y por toda la casa predominaban los colores tierra, el primer piso consistía en una cocina americana con el tamaño perfecto, un pequeño baño de invitados y un living-comedor con un gran ventanal que daba a un pequeño patio lleno de plantas y pequeños árboles. El segundo piso tenía una pequeña sala central, una habitación principal, otra más pequeña que se convirtió en el sitio de las maletas y un baño bastante amplio y bonito.

Asexual.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora