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╔╩═══════╩═══════╩╗ "Escojer sin dudar". ╚╦═══════╦═══════╦╝
-¡Niños malcriados, no hay tiempo!. -les gritaba una de las encargadas del orfanato a los niños, incluso hasta más pequeños. Este alboroto se debía a que un hombre iba a venir al orfanato a escojer a quien iría a adoptar. Cada vez que esto pasaba sólo escogían a pequeños o más grandes que yo y a todos nos juntaban en el salón.
-¡Hope, ven aquí!. -me dijo la encargada para que fuera al salón. Bajaba las escaleras abriendo la puerta cuidadosamente para luego formarse dónde estaban todos los niños. -Ahí viene. - avisó.
De repente un señor rubio entró junto con la directora, el hombre se nos quedó viendo estañado ya que estábamos en fila como unos soldados. Supongo que quería una niña ya que todas las del orfanato estaban en la habitación.
De repente un señor de cabellera rubia larga entró a la habitación junto con la directora. Éste se quedó extrañado ya que estábamos formadas en línea, pasó a todos examinando a cada uno pero a mí me miró más tiempo para pararse enfrente de mí.
-¡Oh!, ella es Hope, trabajó con granjeros, panaderos y familias grandes. -dijo la directora al ver que el señor se me quedaba viendo.
–Está bien, la adopto. — dijo sin dudas, ni preguntas a lo cual me quedé alucinada con eso.
—Bien. Hope empaca tus cosas te irás con el señor Hughes. —se dirigió a mí. — Señor Hughes, acompañeme. — salió de la sala para luego sentir las miradas de todas en mí, algunas desconcertadas, algunas con envidia y enojo. Salí directo a los dormitorios a hacer lo que la directora me dijo pero una niña me había seguido hasta este, me voltee para verle la cara.
—Tienes suerte de irte, pero no olvides que siempre irás a ser una huérfana. — dicho esto se fué de los dormitorios, ni siquiera la conocía.
Me concentré en empacar mis cosas, no tenía muchas mas que sólo un vestido, una pulsera con un corazón colgando, y un abrigo negro. Terminé y fuí a la oficina de la directora para ver a mi padre adoptivo, una vez ahí abrí la puerta y la directora se le quedó viendo a mi maleta rota y sucia.
—Hope, te presento a tu nuevo padre; el señor Nick Hughes, él te llevará a tu hogar situado en Avonlea. —explicó la directora.
—Bien. Ya está todo, fué un placer verla directora, nos retiramos. —nos despedimos con la mano y él cerró la puerta tras nosotros. — Ahora sólo somos tú y yo. —dijo en su intento de relajar el ambiente.
—Supongo. —murmuré para luego seguirlo a la salida, por fin respiraba aire fresco. Él se subió a una carreta y yo detrás de éste hacía lo mismo para que luego hechar a andar esta. Todo era silencio, pero a mitad del camino se le ocurrió hablar.
