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╔╩═══════╩═══════╩╗ "El alma envenenada".
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POV's Hope.
Día siguiente, 6:00AM.
¡KIKIRIKII!
Me desperté por los cantos de los gallos, me levanté lentamente de la cama viendo poco a poco las cosas. Un momento, ¿iría a la escuela? ¿HOY? ¡Oh, mierda!. Fuí a mi armario para agarrar el vestido que traía ayer; color rojo, para vestirme con este y fuí al tocador sacando un cepillo para peinar mi cabello en una sola coleta. Por último, me puse mi pulsera y salí no sin antes sonreír emocionada por la escuela.
Bajé las escaleras con el entusiasmo en una sonrisa para ver a Nick con las cosas de la escuela enrolladas en un cinturón para darme estas y sentarnos a desayunar. El desayuno fué un pan con mermelada y leche, no acostumbro a comer mucho así que deje la mitad de cada uno.
—¿No comerás más?. Debes comer, estás delgada; además de que tu estatura no ayuda. —dijo comiendo de su pan.
—No daban mucho en el orfanato. —respondí. Me levanté con mis trastes sucios y los lavé para luego tomar mis cosas. —Adiós, Nick. Ten lindo día. —me despedí tomando mi abrigo negro y salí por la puerta cerrando esta para luego correr feliz por el bosque.
Corrí por unos grandes árboles encontrándome con un zorro rojo, mariposas y flores de todo tipo. En el camino me encontré a una preciosa melena pelirroja que estaba caminando con una castaña muy linda, yo les ganaba en la estatura por mucho. De repente sin fijarme pise una rama haciendo que haga el sonido de un trueno en ese momento a lo cual voltearon asustadas a verme pero se calmaron al ver que sólo era... yo.
—Hola, no te había visto en Avonlea. ¿Eres nueva?. Me llamo Anne con "e" de Green Gables. —se presento con una gran sonrisa.
—Buenas tardes, me llamo Diana Barry. Te había visto con el señor Hughes, ¿él te adoptó?. —asentí. —Bueno. Siempre es un placer tener nuevas personas en Avonlea, ¿vas a la escuela?. —preguntó al ver mis cosas y asentí. —Nosotras igual, acompáñanos. —sonreímos las tres y empezamos a caminar a esta.
—¿Cómo te llamas?, si me permites decirlo tu cabello es tan hermoso. —dijo Anne.
—Me llamo Hope, gracias. El tuyo también es muy bonito, siempre me gusto el rojo —conteste, al parecer quedó encantada a mi respuesta.
