¿Acaso hay más?

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**LLAMADA TELEFÓNICA**

-Marc: Jenn, cuanto tiempo, como te encuentras?-digo con tono curioso pero divertido.

Pero mi sonrisa desvanece rápidamente al escuchar llanto y gemidos de dolor del otro lado de la línea...

-Marc: Jenn, estás ahí? Estás bien? Qué pasa?

-Jennifer: M...Marc..-escucho que pronuncia del otro lado de la línea casi inaudible-A.Aay..Ayuda.

Yo de solo escuchar como se corta  la llamada siento como mi aire se esfuma, como todo el alivio que hace un minuto pude sentir se me escapó de las manos.

-Qué?-pregunta Leah- Qué dijo Jennifer? Ah, y otra cosa, por qué te llama a ti y no a mi?-dice  ella sin sospechar que su amiga estaba mal.

-Leah, tenemos que irnos, ahora-digo tomando mis llaves nuevamente.

-Qué pasa?-pregunta Leah siguiéndome con su bolso en la mano.

-Jennifer, no sé, solo lloraba, ella pidió ayuda-digo manejando lo más rápido posible, pues aunque trate de actuar lo más calmado posible, por dentro me estoy muriendo por abrazar a Jennifer y protegerla, no dejarla ir nunca de mi lado, y ser su escudo ante cualquier mal que se presente.

Llego lo más rápido posible a la casa de Jennifer, me detengo al lado del portón esperando que el hombre de seguridad nos dejara pasar, pero no lo hacia, entonces bajé la ventana para asegurarme de que sucedía...

-Buen día, la señorita Jennifer no autorizó entradas a la casa el día de hoy-dice el hombre.

-No me interesa, necesito verla con urgencia-Digo firmemente.

-Lo siento mucho, la señorita le pidió a todo el servicio de la casa, excepto a mí que se retiraran, ella pidió quedarse sola en la mansión.-vuelve a decir el hombre, y mi paciencia se está yendo al carajo.

-Me importa una mierda-dice Leah, me sorprendo-Soy la mejor amiga y  si quiero visitarla lo haré, ahora, abre la maldita puerta sino te quieres quedar hoy mismo sin trabajo después de que llame a Jennifer y le diga que no me dejas entrar a ver a la mujer con la que prácticamente vivo.

El hombre abre la puerta, parqueo el auto y Leah y yo nos dirigimos rápidamente a la puerta. No hay respuesta, nadie abre. Toco un par de veces más y Leah saca sus llaves. Abre la puerta y de inmediato la cuestiono con la mirada...

-Qué?-pregunta ella entrando.

-Nada, sólo quisiera saber si también tienes llaves de mi casa?- pregunto.

-Ay Marc, no seas idiota, prácticamente he vivido con esta mujer el mes pasado, crees que no me daría una llave, además no es momento para estas estupideces.

-Tienes razón.

La preocupación vuelve a mí cuando entramos a la casa, habían cosas destruidas por todas partes, vidrios, vajilla, cuadros, ropa, cosas y cosas quebradas y dañadas por el suelo, en la sala, pasillos, en las escaleras había ropa tirada, ropa de hombre al parecer, Dios mío, que no sea lo que me estoy imaginando, vamos a la cocina y todo está vuelto un desastre, todo incluido el mini bar, botellas de vino en el piso quebradas, el piso lleno de vino y comida. Todo completamente vuelto mierda.

-Oh no!-Leah dice.

-Qué? Qué  es?-pregunto mirando a todos lados.

-Las botellas de tequila, ya no están-dice Leah señalando el lugar donde supongo debían estar las botellas, el estante me dejaba ver que faltaban por lo menos 5 botellas.

-Y que hay con eso?- inquiero.

-Que Jenn nunca toma el tequila de su bar-ella dice.

-Ay Leah que tontería.

AMOR VERDADERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora