pérdιda

Dos

—Mamá, ¿porqué todos me miran con miedo o con odio?— Preguntó con inocencia, moviendo sus pies de atrás hacia delante sobre el columpio, sin balancearse. La pelirroja lo miró con tristeza y luego volvió su mirada hacia el atardecer.

—Es porque... Dentro de ti habita algo— Murmuró —Para ser más específicos un monstruo llamado Bijū. Tienes uno sellado dentro de ti y por eso esos idiotas te temen u odian— Informó con molestia, le parecía muy estúpido el odio por parte de los demás hacia Naruto sólo por algo que no tiene la culpa— Pero no le hagas caso, tu padre y yo te queremos y eso es más que suficiente, dattebane— Le sonrió alegre. Naruto asintió con una sonrisa y siguió jugando en el columpio siendo observado por Kushina, quien se encontraba a un lado de él.

Una vez se encontraba anocheciendo, se dispusieron a irse. Naruto tomaba la mano de su madre mientras hablaba de sus travesuras o sobre lo emocionado que se encontraba por empezar la academia ninja. A lo lejos se logró ver a una mujer de cabello liso de color azabache acompañada por un niño mayor que Naruto. Kushina al verla sonrió y se acercó mientras Naruto veía con curiosidad a los mayores.

—¡Mikoto! ¡Hace tiempo que no te veo, dattebane!— Exclamó la pelirroja con una sonrisa. La llamada Mikoto se volteó con una gran sonrisa y la saludó con su mano. El niño se mostraba curioso al ver al rubio agarrado de la mano de la mujer.

—¡Kushina! ¡Hace tiempo que no te veo! No te veo desde que estabas embarazada. Él debe ser tu pequeño hijo, ¿no?— Mikoto volteó a ver al rubio mientras Kushina asentía con una gran sonrisa. De inmediato, Naruto se ocultó detrás de las piernas de su madre con timidez. Mikoto se agachó a su altura y le miró amable.

—Hola, pequeño. ¿Cómo te llamas?— Naruto al verla tan cerca se sonrojó y bajó la mirada, tímido, jugó con sus dedos mientras Kushina lo miraba con ternura y el niño mayor que él se mostraba aun más curioso.

—S-Soy N-Naruto N-Namikaze, dattebayo— La mujer de cabello oscuro le sonrió y revolvió su cabello con ternura.

—Un gusto, Naru-Chan. Él es mi hijo, Itachi. ¿Qué tal si juegan mientras hablo con tu madre?— Naruto asintió con un leve rubor en sus mejillas. Itachi le sonrió y se acercó al rubio, amistoso.

—Hola, Naruto. Como mamá ya te dijo, soy Itachi Uchiha. Tengo 10 años— Se presentó con una sonrisa y extendió su mano hacia el menor. Él la recibió con timidez.— ¿Jugamos?— A Naruto le pareció bien jugar con el niño, parecía muy amable así que aceptó.

Ya era de noche completamente y seguía jugando en la arena del parque junto a su nuevo y segundo amigo, Itachi. Él era muy amable con él y no lo miraba con odio o miedo como los demás. Es más, lo miraba con mucho cariño como si se tratara de alguien que el mayor conocía durante mucho tiempo.

—Naruto-Kun, ¿Irás a la Academia? Según sé tienes la edad de mi hermanito y dentro de poco entrarás, ¿no es así? — Naruto asintió con una sonrisa haciendo formas con la arena.

—Sip, aunque mamá dice que asistiré menos que los demás debido a que Tsunade-Obachan necesita hacerme sus chequeos seguidos— Dijo con algo de tristeza por el hecho de no poder asistir todos los días — Pero no importa, papá me dijo que los días que no asista me entrenará, también Kura-Nii me dijo lo mismo— Itachi levantó su ceja con duda.

—¿Porqué necesitas hacerte chequeos? —Preguntó con curiosidad, aunque en realidad ya sabía la respuesta gracias al comunicado que Minato les hizo a su familia.— ¿Y quién es "Kura-Nii"?— Preguntó esta vez sin saber realmente la respuesta.

—No lo sé — Se encogió de hombros— Mi mamá y papá dicen que es porque soy un doncel y deben saber si estoy sano, pero no lo creo. Los donceles no necesitan hacerse chequeos tan seguidos. Y Kura-Nii es mi mejor amigo que conocí hace varios meses mientras dormía cuando estaba en el hospital. Él es genial— Murmuró con una gran sonrisa y una mirada de admiración. Itachi asintió con una sonrisa alegre, quizás se trataba de un amigo imaginario suyo, después de todo, es normal tener uno a su edad.

—Espero algún día poder conocer a tu amigo y jugar juntos— Sonrió.

—Yo espero conocer a tu hermanito así juguemos todos juntos con Kura-Nii— Le sonrió grande y siguió jugando con la arena, llenando un cubo con una pala de juguete y haciendo pequeños castillos.

—Sí... Seguro pronto lo vas a conocer— Le sonrió con un pequeño deje de tristeza en sus ojos que Naruto no fue capaz de notar.