Rubius

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Cuándo tengas miedo en las noches oscuras, mira a la Luna, ella está ahí, alumbrando tu camino, tan brillante y bella, te reconforta, te alienta. Ella fue mi amiga, cuando lo perdí todo.

Solo era un cachorro, cuando pasó, hoy solo tengo leves recuerdos, fragmentos sueltos, en mi mente; recuerdo a mi madre y a mi amiga, mi aldea no era grande o eso creo, salían bailar al rededor del fuego.

Es muy curioso, me acuerdo de todas y cada una de las danzas, suelo bailarlas cuando, quiero llegar a ellos, son tan hermosas, sus movimientos son fuertes y suaves, las hadas suelen acompañarme a bailar.

Mi aldea fue atacada, como todas las otras aldeas de híbridos, mi madre me dijo que corriera hasta que no escuchara ruido y eso hice; corrí hasta que mis piernas se cansaron, recuerdo aquel árbol donde me quedé a esperar a mi madre, pero nunca llegó, pase días sin comer o dormir.

Llevaba varios días vagando por los bosques, honestamente no me acuerdo de mucho más allá del hambre y sueño. Las hadas me ayudaron, suelen ser muy agradables, a veces robaban cosas de los humanos, ellas me alimentaron por meses.

Encontre a Mangel después de un año de vagar solo por el bosque, me regaño por confiar muy rápido en él, su sonrisa es muy linda, de hecho por eso le tuve confianza, para ese entonces Mangel era mi mundo.

Mangel esto, Mangel aquello, eran buenos tiempos; Mangel me protegió y yo lo protegí, lo ame, lo ame como un loco empedernido. Me enamore de él cuando tenía 16 años, todo aquello lo atesoro en mi pecho, como no atesorar los recuerdos que me hacen quien soy.

Yo fui del porcentaje que nació sin hilo, Mangel me hablaba de conocer a aquella persona que se quedaría alaisimo de él; cada vez que hablaba de eso, sus ojos brillaban bastante, tenía un olor muy curioso olía a naranja, aún cuando crecimos y él empezó a consumir los cigarrillos, su olor sobresalía.

Pasamos años vagando de un lado a otro, cuándo por fin llegamos a Karmaland o bueno el inició de este, estaba tan emocionado, salí corriendo, Mangel me seguí preocupado, pues a veces teníamos que tener cuidado, por los cazadores, pero honestamente me importaba muy poco, los ciudadanos nos recibieron muy amables, los niños tocaban mi orejas.

Ahí en ese preciso momento, lo encontré o mejor dicho me encontró, se acercó a mí con una sonrisa, me ayudó a pararme, olía a la lirios, no cualquier lirio, olía a lirios morados; estaba tan concentrado en el olor que no me di cuenta que la primera palabra que dije fue lirio, dioses me sonroje mucho, pero él me dijo Jazmín, nos reímos juntos.

Mangel llegó corriendo me regaño yo solo me reí por su cara, esque Mangel suele poner caras muy graciosas; nos presentamos, Vegetta también lo hizo, nos presentó el pueblo.

Mangel y yo decidimos quedarnos; cuando se estaba inaugurando el pueblo, otro híbrido se me acercó, sus ojos amarillos, era un búho, olía a menta, Mangel encontró a su hilo y se quedó con él.

Decidí seguir solo, pero siempre me encontraba con Vegetta, nos hicimos amigos muy rápido, picabamos diamantes juntos, construimos juntos, Vegetta era una agradable compañía.

El me contaba y habla de Willy todo el tiempo, a él también se le iluminaban los ojos cada vez que hablaba de Willy, empecé a cuestionarme cómo sería tener un hilo. 

Yo poco a poco fuí amado a Vegetta, me sentía fatal, Willy era mi amigo y líder, y yo estaba enamorado de su alma gemela, durante varios días deje de ver a Vegetta, me juntaba con Auron, él olía a lluvia honestamente me hacía sentir más melancólico, pero su actitud me agradaba mucho.

Pero no importaba que tanto me alejara, algo siempre me ponía a Vegetta en la puerta, o a mí en su puerta, su estúpida sonrisa siempre me encantó, sus ojos eran tan hermosos, su olor me volvía loco, me encantaba oír sus chistes malos, dioses a veces me cargaba como si fuera una hoja de papel.

Vegetta poco a poco se fue volviendo parte de mi vida, llegué a punto de verlo solo como una pareja.

Fue un instante, solo fue el momento, lo bese, aún recuerdo su bellos labios sobre los míos por primera vez, me sentía mal, me sentía emocionado, joder se sentía tan bien, ser parte de él; me siguió el beso, no era mi primer beso, pero estaba tan nervioso, que parecía como el primero.

Me le confesé, ya no aguantaba más es presión y dolor en mi pecho, honestamente esperaba que me rechazara y así quedarme tranquilo, pero él no lo hizo, me aceptó; lo bese una y otra vez ese día, parecía un niño que le había dado un regalo, porque eso me dió Vegetta me dió el mejor regalo del mundo, amarme.

Por primera vez en mi vida me sentía completo.

— chiqui — me llamó, tiene una hermosa sonrisa en su cara — te vienes — yo asentí, caminamos hacia la fogata,

— estoy listo — tomó mis manos, las entrelazamos

— yo Samuel de Luque, juró ante la luna, amar y proteger a Rubén Doblas, tu seras mi prioridad, ya que tu eres mi vida, — 

— sin importar las cosas ilegales 

— ya empieza el tontito — sonrió, — sin importar las cosas ilegales, — besó mis manos, mientra me reía — déjame sostener tu mano toda la vida, déjame caminar a tu lado, amo tus defectos, amo tus virtudes, Luna tu madre de lobos acepta mi amor.

— Yo Rubén Doblas, juro ante mis ancestros, que miran desde las estrellas, amar y proteger a Samuel de Luque, porque no existe persona más perfecta para mí, porque solo con él, me siento completo, — me sonreíste — dejame amarte con locura, déjame pelear a tu lado, sin importar el miedo, amo tus defectos amo tus virtudes, sabios ancestros acepten mi amor — las habas empezaron su canción y me tomó de la cintura y empezamos a bailar, a paso lento bailamos rodeando la fogata.

— me sentí perdido — hablaba en medio del baile sonriendo — tan perdido, perdí mi brújula, aquella que me guío en la oscura noche

— perdí mi linterna, aquella que ilumino mi camino, la que espanto a los monstruos, tan perdido que mis miedo me consumieron — seguimos bailando, sonreímos mientras seguíamos con nuestra ceremonia

— camine sin rumbo

— perdí el camino

— pero 

— lo volví a encontrar

— la brújula que perdí

— la linterna que perdí

Terminó la canción, paramos, nuestros rostros estaban tan cerca que podíamos sentir la respiración del otro, éramos un par de bobos emocionados.

— te encontre — dijimos al mismo tiempos.

Nos besamos concluyendo nuestra boda, las hadas revolotean felices, a nuestro alrededor

Amo a Vegetta, y él me ama, no importa que pases, nuestros vínculos están unidos, soy de él y él es mío, Willy es de Fargan y Fargan siempre será de Willy, no importa que pase.

Nosotros escogimos a nuestra persona amada, con la que planeó seguir mi vida.





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