rude words

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1975, seúl, corea del sur.

— tae, estoy viviendo una pesadilla, creo que mis padres quieren comprometerme con la hija del socio de mi papá— taeyoung lo miró atónito.

— no me vas a creer, pero a mi también — hyeongjun suspiró pesado — ya les dije que yo no quiero conocer a nadie, no me interesa casarme, apenas tengo veinticuatro, quiero salir a fiestas con amigos y no me dejan porque según ellos eso no lo hace un hombre comprometido, ¡pero ni siquiera sé quién es mi prometida! — hyeongjun se carcajeo con fuerza.

— yo tampoco lo se, tae, pero estoy seguro que será una de esas niñitas hijas de papi que son pesadas y caprichosas, son las típicas herederas —

— es horrible esto de ser hetero y gay, hyeongjun, pero si se enteran me matan, me desheredan, me sacan de la casa, dios es que no sé que no me harían —

hyeongjun sonrío un poco triste.
seis meses atrás, tae se había dado cuenta de que la razón por la que jamás había tenido novia no era porque no le gustaran las niñas, de hecho le se sentía atraído por algunas, pero sus gustos se inclinaban más a los varones.
el día que que tae se lo confesó a hyeongjun, este se quedó en un shock de casi diez segundos, para luego abrazarlo y felicitarlo por su valentía al confesarle su secreto.

pero a hyeongjun le carcomia de curiosidad saber cómo es que se había dado cuenta de eso que no sabía cómo llamarlo, así que tae le contó todo.

resulta ser que una familia nueva se había mudado en la vereda de enfrente, a dos casas de la suya, así que la familia de tae fue a darles la bienvenida.
todo estaba normal, hasta que ahn seongmin, el hijo mayor de la pareja apareció en el marco de la puerta.

tae describió el momento como una escena de una película romántica, el estaba de espaldas a la puerta y cuando el chico entró, tae se giró para mirarlo... su corazón empezó a latir un poco más rápido que de costumbre y su mirada estaba fija en la cara del muchacho.

no dejó de pensar en el durante toda la semana.
cuando regresaba de clases, se lo encontraba en el patio jugando con su perro o jugando fútbol solo.
tae siempre lo miraba desde su ventana, veía como se divertía, su sonrisa, como brillaban sus ojos cuando miraba a su mascota.
el sentimiento en su corazón era obvio... estaba atrapado por el pelinegro.

pero tenía miedo, porque nadie podía saber sobre eso si no quería ser odiado por su familia o molestado en la escuela.
hyeongjun era el único que podía saber sobre eso, así que le contó todo.

de esa manera, tae se dió cuenta de que el definitivamente no era "normal", era gay y hetero al mismo tiempo, ni siquiera sabía como llamarle a eso, pero había algo de lo que estaba seguro, y es que le iba a traer infinidad de problemas en su vida.

— pues mira, no quiero sonar directo, pero aunque te guste seongmin, ni siquiera sabes si a él le gustas, es más, ni siquiera sabes si le caes bien porque nunca han hablado, así que lo primero que debes hacer es entablar una amistad con el y luego ya verás lo que pasa —

— aunque yo también le guste, sabes que no pasará nada porque la sociedad es una mierda y ser gay es como una muerte en vida, hyeongjun, tu más que nadie lo sabe — oh no.
cuando se había dado cuenta de lo que dijo, ya era muy tarde, hyeongjun ya estaba con lágrimas en los ojos y sus manos temblaban — hyeongjun, perdón, perdón enserio, no medí mis palabras, te juro que no volverá a pasar — tomó su propia camisa y secó las pocas lágrimas que estaban en la mejilla del castaño, mientras acariciaba su cabello de forma reconfortante.

— está bien, tae, de todas formas tienes razón — sonrió con esfuerzo y absorbió la nariz. — olvidemos esto, ya pasó lo que tuvo que pasar y no culpo al destino de nada, las cosas suceden por una razón y quizá eso fue lo mejor para los dos... — tae abrazó a hyeongjun por un momento y sonrió.

— vamos al patio a tomar sol, no he visto a mi lindo conejito en varios días — los dos rieron y bajaron al patio a observar a ahn seongmin jugar con su mascota.

⸙͎ 𝐑𝐄𝐌𝐄𝐌𝐁𝐄𝐑 𝐌𝐄 ♡ 𝐬𝐞𝐫𝐢𝐥𝐞𝐦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora