the disaster

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01:42 a.m., tokio, japón.

luego de algunos tragos en su cuerpo y un rato bailando, decidió sentarse un momento en la barra.

uh, mala idea.
justo a su lado había una atractiva mujer de pelo castaño, no se veía como alguien que fuera japonesa, de hecho sus rasgos eran muy parecidos a las de una mujer occidental pero tirando a asiática... quizá era de doble nacionalidad.
esta llevaba un vestido levemente escotado y al parecer un poco largo, color rojo vino...
era guapa, pero no lo suficiente como para captar su atención.

esta lo miró y sonrió un poco leve, pero con algo de coqueteo.

— parece que alguien vino aquí solo, ¿cierto? — habló la mujer.

— si, he venido solo, parece que también usted — hyeongjun era bueno en el japonés, desde pequeño siempre le habían enseñado esa segunda lengua.

— claro, he venido sola, como todos los días, pero nunca te había visto por aquí —

— oh, bueno, solo vine a tokio por algunos negocios, mañana es mi junta así que pensé en venir aquí para relajarme — la mujer asintió interesada.

— entiendo... entonces, relajarte, ¿eh? yo también vine para despejar mi mente, pero me encontré con algo mucho mejor — sonrió alegremente.

— claro, entiendo — ella asintió, como si estuviera esperando algo de hyeongjun, algo que no iba a tener, por supuesto — pues, fue un placer conocerte, espero que puedas despejar tu mente —

tomo el último sorbo de su bebida y se paró de la silla, siendo detenido por la joven.

— espera, no me has dicho tu nombre, yo soy olivia, tu eres? —

— soy hyeongjun, un gusto olivia, pero me paso a retirar —

volvió a intentar avanzar, pero la mano de olivia volvió a tomar su muñeca, impidiendo que se fuera.

— y bueno, hyeongjun, ya que viniste hasta acá a relajarte, no te gustaría rejalarte un poco más? también puedes ayudarme a mi a olvidarme de mis problemas.

— muchas gracias por la propuesta, olivia, pero no estoy interesado —

— oh, vamos, sé que lo quieres, puedo notarlo en tu mirada... — la joven se levantó de su asiento y se acercó al oído de hyeongjun — puedo sentir que estás igual de necesitado que yo, no quieres ayuda en eso?

hyeongjun suspiró, harto de las insinuaciones de esa mujer.

— no, olivia, enserio no estoy interesado, gracias pero tengo que regresar a mi cuarto, busca a alguien más para esta noche, pero yo no estoy disponible —

entonces todo pasó tan rápido.
un vaso roto, una camisa impregnada de alcohol y una joven histérica haciendo un escándalo.
olivia estaba frente a él, insultandolo y diciendo hasta de lo que se iba a morir.

— ¿¡sabes cuantos hombres quisieran estar en la cama conmigo, o por lo menos un beso mío!? ¿¡sabes acaso quién soy!? ¡soy una persona importante aquí, idiota! ¡no soy una prostituta, no me hagas ver como si fuera eso! — y los insultos seguían y seguían, mientras hyeongjun no sabía ni qué hacer — ¡imbécil, no me mereces! — y bueno hyeongjun se hartó.

— tu te ofreciste a mi, no sé qué tanto gritas, primeramente tu me ofreciste sexo, aunque no hayas usado esas palabras, pero entendí perfectamente a qué te referías — y bueno, se arrepintió de haberle dicho eso cuando la joven se volteo hacia la persona en la barra y le dijo “llama a james”.

hyeongjun sólo pensó en que se había metido en problemas, así que dejó dinero en la barra — que no contó, por las prisas — y salió huyendo del bar, sin mirar por donde iba.
había tanta gente en el lugar que escabullirse era más difícil de lo que parecía.

salió del local un poco agitado, mirando hacia atrás y fijandose que nadie lo siguiera.
pensó que regresar a su habitación también sería algo peligroso, asi que salió del hotel, a tomar un poco de aire fresco.
caminó unos cuantos pasos, hasta que sintió como alguien iba tras de el.

mierda”, pensó.
solo había una escapatoria, escabullirse en algún callejón cercano y perderlo... eso o correr, pero ya estaba cansado.
así que espero hasta encontrar un callejón oscuro, que no tardó mucho, puesto que tokio tiene muchos de esos.

una vez que se metió en el, corrió con todas sus fuerzas hasta volver a doblar en un calle.
los pasos seguían escuchandose, así que aquella persona aún sabía donde estaba.

y entonces no se le ocurrió mejor idea que esperar a que esa persona estuviera lo suficiente cerca como para darle un golpe y luego, huír; así que espero, espero, espero unos segundos más y... ¡pum!

un golpe directo a... la nada.
le pegó a la nada, porque aquella persona no caminaba cerca de la pared.
hyeongjun aceptó su destino, iba a morir en un país extranjero solo por haber rechazado la propuesta de sexo de una mujer.

cerró los ojos y bajó la cabeza, sin mirar a quien estaba frente a el.

aunque, si lo hubiera mirado, quizá no se habría quedado estático con las palabras que salieron de la boca contraria.

— hyeongjun... —

⸙͎ 𝐑𝐄𝐌𝐄𝐌𝐁𝐄𝐑 𝐌𝐄 ♡ 𝐬𝐞𝐫𝐢𝐥𝐞𝐦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora