CHICA AGRIDULCE (KTH) 2

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🌻Nuestro hijo🌻

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Al terminar la llamada deje mi teléfono a un lado y suspire, tenía miedo y más sabiendo que en sus planes estaba mi madre.

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, tome mi teléfono y me fui a la sala a esperar a que la comida hirviera.

Me senté en el sofá y comencé a arrullar a Teo, estaba aquí y tarde o temprano aria algo, le aria algo a Teo y eso me daba miedo, no soportaría perderlo.

Tome mi teléfono y comencé a buscar aquel nombre que me encantaba pero odiaba, lo marqué y espere a que me contestara.

- ¿Hola?. -contestó, ya extrañaba su voz, aquella voz que me causaba muchas cosas y me hacía tener escalofríos al tenerla tan cerca.-

- Tae. -Mi vos se escuchaba cortante y temblorosa.-

- ¿Tn qué pasa?, ¿Porqué se escucha así?, ¿Estas bien?. -Se escuchaba preocupado.-

- ¿Cuando llegarás?.

- En unos minutitos, como en cinco ¿Porqué?.

- ¿Puedes darte prisa por favor?.

- Claro pero ¿pasa algo?.

-Si, apúrate.

- Bien. -Colgó.-

Después de unos minutos de espera el timbre de la casa se oyó, camine lentamente hacia él para luego poner mi mano en la manija y abrir.

Ahí estaba el, traía una pequeña maleta, una camisa gris sin abotonar y abajo de esta una camiseta color negro, una vaqueros negros y sus típicos botines que usaba para viajar, su cabello estaba despeinado y ahora era color negro. Es tan guapo que parece modelo.

Mi cabeza estaba ligeramente inclinada hacia arriba pues él era más alto que yo, una de sus manos estaba metida en la bolsa trasera de su pantalón.

Y de nuevo ese sentimiento, las mariposas que me hacía sentir cada que sonreía, aquella sonrisa cuadrada que terminaba por enamorarme más de él.

- Hola. -Dijo sacándome de mis pensamientos.-

Pude notar unas pequeñas ojeras abajo de sus ojos, no se notaban a simple vista pero si te quedaban un momento apreciando su rostro si se notaban.

- Ho-Hola - tartamudee.-

¡No que vergüenza, de seguro parezco una boba mirándolo de esta forma!

- Hola. -río- ¿Cómo has estado?

- ...Bien...

Así nos quedamos por un momento, él seguía sonriendo y eso me ponía aun más nerviosa, parecía estupida mirándolo pero en cambio él se veía bien.

- ¿Me dejarás pasar?.

- ¡Oh!, Si...si, adelante. -Me hice a un lado y el entro, dejó su maleta aun lado de la puerta y comenzó a mirar toda la casa.- Esta ahí. -señale la carriola donde Teo se encontraba durmiendo.- ¿Quieres comer?.

- Si por favor, solo desayune un café.

- Bien. -entre a la cocina y comencé a servir la comida.-

𝚃 𝙰 𝙴 𝙷 𝚈 𝚄 𝙽 𝙶

Camine lentamente hacia la carriola y mire el interior de esta, ahí estaba mi pequeño, dormía y tenía un chupon en la boca.