La hora del jazz, la hora favorita para cortejar, entre bailes y miradas al azar, mujeres y hombres tratan de encontrar otra alma libre para bailar.
Mi mirada en aquella pared estaba atónita, no entendía nada de lo que me decía Rose.--¿Por qué no me dijiste?
--Porque no quería que la lastimaras.
--¿Por qué habría de hacerlo?
--Te conozco Al, se que si ella te causara una mala impresión no dudarías en... bueno ya sabes--dijo algo incómoda.
--Querida, si mal no recuerdo ella era la única dama en ese lugar sin contarte a ti, ¿por qué crees que pregunte por ella?
--Creí que fue lo mismo que con Niria--dijo sorprendida.
--Preferiría no recordar eso.
--Pues hay algo que si tienes que saber.
--¿Qué exactamente?
--Lo que paso esa noche--menciona yendo al segundo piso--tal vez te dijo algo que no tengas presente.
--¿A donde vamos?
--A la oficina de Franklin, él te dirá más de ella--dijo viéndome, entendió por mi mirada que esa idea no era de mi agrado--y no te lo digo yo porque tengo que terminar de atender el restaurante.
No tenía que decir nada ni podía, ese tipo ni se merecía que lo llamaran por el nombre, tenia fortuna, claro, pero su porte y caballerosidad eran un contraste a todo el dinero y reconocimiento que tenia.
--Es un milagro que aceptaras casarte con él-ella solo suspira.
--Al, querido dejemos el tema de lado, ambos sabemos el porque.
--¿Esa cosa?
--Si, amor--dice de forma delicada, casi encantada.
Me da un poco de nostalgia cuando lo dice así de "soñadoramente", el amor, el romance... Aquello que se quedo de lado en mi relación con mi amada Mimzy, los anhelos y sentimientos quedaron en un pasado que está tan lejano como si fuera historia patria, ya sus ojos no hacen contacto con los mios, las palabras, el amor y los detalles se quedaron atrás, hasta se siente el esfuerzo que hace solamente para no dejarme, finge estar, pero ya ni en casa la veo, su sonrisa esta mañana tan distante como si hubiera copiado la mía, sabía que un día pasaría, pero ¿tan pronto?
¿Cuándo dejamos los besos y abrazos por monosílabos al vernos y fingir al resto?
¿Cuándo dejamos de ver el futuro con sueños y esperanzas para reclamarnos por cada cosa que pasamos?
¿En que momento deje de ser el único hombre de tu vida?
Preferí dejar las cosas así, sabía que aun en medio de todo, yo también tenía la culpa de esto.
Sin cuidado tres golpes en la madera despertaron mi mente, pero los pensamientos culpables seguían presentes.
--Frank cariño, vino Alastor.
--Adelante--dijo una voz gruesa al otro lado de la puerta, Rosie me asintió y se fue por el pasillo, al demonio con esto.
Al tomar el pomo de la puerta cerré los ojos mentalizandome no matarlo si llega a pasar algo, sería muy desafortunado para mi querida Rose y su negocio.
Con la mente fría abrí la puerta.
--¡Alastor, mi amigo!--que el diablo se apiade de mi alma si llego a verte como uno--siéntate, dime en que puedo ayudarte.
--¿Recuerdas a Dianne Selar?--mi mano fue al bolsillo de mi saco por el periódico.
--¿Mi madrina de bodas?--Bueno, al parecer no será necesario.
--Entonces es un sí, a lo que vine Frank--me quite un momento los lentes para limpiarlos un poco--necesito recordar que pasó con ella esa noche en la fiesta .
Su silencio era impresionante, para un tipo que jactaba tener razón y saber todo lo que le rodeaba el silencio era un claro indicio de que algo raro había pasado, Volví a colocarme los lentes y lo mire fijamente.
Él solo me analizaba con la expresión sorprendida, ¿tan raro era que preguntara por una mujer con la que compartí unas copas? Un carraspeo de su parte dio paso a que dejara todos mis pensamientos de lado.
--Bueno, le debo cincuenta grandes a Ro...--dijo en un susurro mientras buscaba algo en su escritorio, decidí dejarle pasar el comentario.
Eso explicaba el porque de su reacción y la de Rosie, pero no el porque alcanzó un brebaje en vez de decirme las cosas él mismo.
--¿Qué es esto?
--Lo que te ayudará a recordar mi querido Alesteir--aquel liquido parecía sacado de los pantanos, era un tipo de agua verdosa (si es que esa cosa era agua) con algunas malformaciones en verde más oscuro casi negro, agarre el frasco y me levante de la silla ocupando ambas manos para evitar cualquier contacto con él.
--En ese caso no pierdo el tiempo, gracias por la ayuda Frank.
--Avísame si puedo ayudar en algo, la celebración es en unos cuantos días, espero puedan encontrarla lo más pronto posible.
--Eso haremos--salí sin más de aquel lugar y mire el objeto en mis manos, era hora de recordar.