Mientras encuentras lo que buscas, se feliz con lo que tienes
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--Madre, voy a casarme.
--Pobre alma...--dijo de forma lastimera y graciosa aquella mujer.
--Con Mimzy--su mirada atónita vino a mi como si de un rayo se tratase.
--¡Pobre de tu alma!--el tono maternal habitual volvió de lleno a ella--Alastor, esa mujer no está hecha de la madera suficiente para ser una buena esposa.
--Madre...
--No, no voy a dar mi bendición para esto.
--Madre, por favor...
--Alesteir J. Crowley sabes que acepto tus decisiones sin rechistar, pero esto es inaceptable
--Mimzy ha cambiado madre...
--Una mujer nunca cambia de repente, no me vengas con cuentos--ambos estábamos tensos--tú y yo sabemos que ella es una vividora.
--Mimzy no es una vividora.
Si lo era, solo que en ese tiempo me negaba a verlo
--¿No? que extraño que hace unos días la haya visto con Volker Xaimer entrando a un hotel. ¿fueron porque es tan virginal que fue a purificar aquel motel? o es que yo entiendo mal como es esa mujer.
Pero eso fue suficiente para alterarme
--¡Fue suficiente madre!--aquel grito nos sorprendió a ambos--Mimzy va a ser mi mujer, no me importan sus pecados del pasado me importa quien es ella ahora.
--¿Ahora?--suspira--mi niño ahora ella aun te esta colocando los cuernos, ya pronto van a parecer astas y los va a colocar en la pared con orgullo placentero junto a su amante, eso si, luego de que te corte el cuello como la víbora que es y siempre será.
Mire a mi madre con fuego, no iba a colocarle un dedo encima por respeto, pero en ese momento realmente quería callarla.
--Ya ha sido marcada por otro hombre, ¿qué te asegura que ella se entregará completamente a ti como tú lo haces?--aunque ahora sé que mi madre sabía de que hablaba no lo pensé bien en aquel momento.
--Lo sé, porque la amo al igual que ella me ama...
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El sonido de la puerta en medio de la oscuridad me despertó de mi sueño, era normal que tuviera una o dos parejas inescrupulosas entrando a mi cabaña por semana, sabía que entraban a casas ajenas para hacer "actos íntimos" sin ser vistos, son jóvenes, pero démosles la razón ¿A quien no le gusta un buen trozo de carne por la madrugada? Ellos venían y yo con el gusto y el filo de mi cuchillo los esperaba. Era costumbre recibir aquel tipo de visitas inesperadas, así que solo tuve que tomar aquel la mesa de noche y me prepararme para atacar.
Baje con cuidado, y la vi, esa silueta de una mujer baja y robusta murmurando sobre las cosas que tenía en la sala, supe al instante quien era.
--Mimzy, vaya forma de llegar...
--Cariño...
--No te atrevas siquiera a llamarme así--estaba furioso, ¿qué eran esas horas de llegar? ante su silencio solo seguí--. Déjame adivinar ¿te dejó insatisfecha aquel amante tuyo o tenías que fingir vivir aquí por la llegada de ella?
--La llegada de Lottie no tiene nada que ver.
--Ya... digamos que te creo querida--la mire con incredulidad--¿entonces que es?
--Solo vine a dormir con mi esposo--trato de abrazarme, habría aceptado, pero aunque no sabía con quien estaba ahora, comprendía que esas manos habían acariciado un cuerpo que no era el mío y eso me frustraba.
--Aleja esas cosas de mi--di un par de pasos a atrás y mire las cosas encima de la mesa.
--¿Podemos hablar?
--Depende, ¿es sobre tu acto o sobre el divorcio?
--Cariño esto es muy apresurado, trate de decírtelo pero-
--Prefiero que no termines la frase, fue por el caso que me trajeron que no hablamos esta mañana, pero sabes perfectamente que no cambiaré mi opinión sobre esto--pase de largo y tome las cosas en mis manos.
--Al, cariño esto es solo una crisis de pareja.
--¿Lo de tus amantes también es una crisis de pareja?--la mire, ese silencio que colocaba era cuando tenía la razón--te he dado la libertad de decidir sobre tu vida Mimzy, de llevar lo que quieras y hacer lo que desees con mi dinero y mi ser, pero ya estoy cansado.
--Alesteir, mi amor por favor...
--No, esa libertad que te di era para que me mostraras que había hecho bien en confiar en ti aunque no estuviera...--me aleje a tomar mi ropa, no iba a quedarme a discutir esto--veo que cometí un error, y no volveré a hacerlo.--¡Alesteir espera!--al tener mis cosas salí de la casa y cerré la puerta en su cara, no tenía ganas para esto, los papeles los había dado esa mañana, había fingido por cortesía, pero esto era inaguantable.
Aquel día agradecía salir temprano, no habían ni marcado las cuatro de la mañana, a fin de cuentas tenía tiempo de sobra para encontrar un lugar para acicalarme a tiempo para el trabajo, pero mi refrán de adolescente había vuelto a mi con razón.
"El que madruga encuentra todo cerrado."
Tuve que esperar mucho, pero abrió una cafetería vieja de mi madre en la cual tenía derechos y un cuarto, cuando Niffty vino a abrir no tuve que pedirle nada, entendió con solo mi mirada el porque estaba allí.
--Gracias querida.
--No se preocupe señor Alastor, esta sigue siendo su casa--me sonrió y me fui a la emisora a paso rápido.
Entre el trabajo, las transmiciones y venir al local de Rose se me paso la mañana y la media tarde. Pero tuve la suerte de encontrar al hombre que buscaba.
--Si crees que puedes sacar algo te voy a decir solamente jodete.
--Vaya Husker, ¿y esa agresividad?
--Sé quien eres sonrisas.
--Eso es... ¿Halagador?
--Lo sería, si no fuera en estas circunstancias.
--Así que me conoces.
--Para desgracia de ambos sobrio o no tengo buena memoria--vaya suerte.
--Bueno, pues tenemos un problema, porque al parecer no tengo la misma capacidad que tú.
--Lo noto, no habrías siquiera hablado con ella.
--Entonces te enteraste...
--Lo sé perfectamente, eres el ultimo hombre que hablo con Dianne.
--De hecho también el único que no recuerda de que hablamos.
--Debes estar bromeando.
--Ojala fuera una broma--le pase la carta--pero al parecer todo está complicado.