T r e i n t a y c u a t r o

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Dominic

Febrero

Actualidad



Un mes. Ha pasado un mes desde la última vez que vi a Camile. No he tenido noticias de ella, ni siquiera un mensaje.

Hace una semana intenté ir al Hospital donde siempre la encontraba. Estacioné mi moto frente a la entrada y esperé, no mucho tiempo después un auto se estaciono detrás de mi y Camile bajo de él. Estuve a punto de ir hacia ella cuando su madre también bajo.

Después de aquel día en el parque creo que quedo muy en claro que no soy de su agrado así que me mantuve en mi lugar e intenté escuchar la plática que había comenzado.


~  ~


– Repite a qué hora vendré – su madre la detiene en la puerta y la gira hasta mirarse frente a frente

– A las 6 en punto –

– ¿Y dónde me esperaras? –

– En el banco al otro lado de la calle madre, si no es que llegas antes, como después de cada sesión – sesiones, por eso viene

– Bien, solo quiero asegurarme que le des la importancia que merece – siempre pensé que Cam exageraba cada que hablaba de su madre, ahora no dudo. – Tu tratamiento pronto terminará Camile y ya veras que tu vida volverá a como era antes – Eso es lo ultimo que dice antes de dar media vuelta y desaparecer dentro del auto hasta alejarse.

Vi a Camile rodar los ojos y entrar al edificio sin mirar en mi dirección, bien creo que puedo esperar un poco más. Aunque la conversación y las mencionadas sesiones me dejan desconcertado trato de no darle muchas vueltas.

Espere hasta la hora mencionada, el mismo auto que antes llego justo al tiempo que Cam salió por la puerta acompañada de una señora, creí que eso era todo, pero, justo después de despedirse de la persona a su lado, sin cualquier aviso, su cara giro en mi dirección. Su rostro no tenía expresión alguna pero su mirada era todo lo contrario; contenía asombro y algo que pude identificar como tristeza, ella nunca es difícil de leer. La bocina del auto sonó rompiendo nuestro momento y ella corrió para abordar el asiento trasero.


~  ~


Esa tarde regrese a casa y no pude pensar en otra cosa que no fuera su rostro. Todos los momentos que tuvimos. Las primeras veces que nos vimos parecen incluso inventados. Aquel día bajo la lluvia y el miedo detrás de sus ojos. La noche llego pronto y los pensamientos sobre ella nunca desaparecieron de mi mente.

–  Dominic, ¿me estas escuchando? – Claudia chasquea los dedos frente a mis ojos y yo le doy una mirada apenada

–  Lo lamento Clau, estaba distraído –

–  Puedo notarlo cariño, ¿es esa chica de nuevo? –

–  Solo... me gustaría volver a verla, hablar con ella, quizá la asuste y... ¿y si lo hice? ¿Debería disculparme? –

–  Nunca te disculpes por lo que sientes Dom uno no puede controlar al corazón, quizá solo ha estado muy ocupada, puede que siga yendo a ese hospital como dijiste o, ¿quizá algo sobre su madre? –

Sus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora