"Destino"

CAPÍTULO IX

Gracias por el apoyo y todo su cariño, espero les guste y a leer en esta pandemia.  Cuiden su salud. ❤(◕‿◕✿）

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-IX-

Sarada estaba asustada, ese sentimiento que crecía en su interior por Mitsuki ¿se estaba volviendo evidente? que hasta Suigetsu lo había notado, eso no podía permitirlo, más en ese momento su cautela tenía que salir. Trató de controlarse y con una sonrisa pícara se enfrentó a Suigetsu.

-Claro, Mitsuki es mi amigo, y tú y Karin son mi pareja favorita.-

Suigetsu se sonrojó y ahora fue él, quien se sorprendió, la tenacidad de Sarada lo tomó desprevenido.

-Lo somos verdad, ¿te parece que sí nos vemos bien?-

Sarada sonrió, ya había distraído a Suigetsu y fácil se salió con la suya, por el momento, porque tendría que ser más cuidadosa de ahora en adelante.

Karin instaló a la familia Uchiha en esa guarida, ahora que Orochimaru podía movilizarse más, le daba chance a su equipo de tener libertades y en esas estaban los entrenamientos y cuidados especiales. Eso les permitió atender a Sakura con todo lo que tenían.

Sasuke y Sakura en su habitación luego de la cena se sentaron a conversar, mientras Sarada en la contigua se dejaba caer en la cama, para pensar sobre sus sentimientos. De pronto entró Karin, con la excusa de llevarle una frazada. Sarada agradeció el gesto y aprovechando, suponiendo que la pelirroja lo que quería era conversar, intentó establecer una conversación entre amigas.

-Karin te gusta realmente Suigetsu ¿verdad?-

Karin se sonrojó y se sentó junto a Sarada, parecía una niña que conmovió a la Uchiha.

-Tengo miedo querida Sarada.-

-¿Miedo? Suigetsu no es malo y ambos ya son mayores, no te preocupes.-

-Suigetsu se burla de mí y sí después se arrepiente, no quiero verlo sufrir.-

-Karin estás pensando en la seguridad y felicidad de Suigetsu, pero y la tuya, realmente ambos pueden ser felices juntos. Ya no temas más, deja salir tus sentimientos, ya quiero ser tía.-

-Sarada eres tan inteligente y madura, gracias, muchas gracias.- Karin se acercó a darle un fuerte abrazo.

Luego Karin se paró y se giró nuevamente para ver a Sarada, con mirada acusadora, nuevamente corrió a sentarse junto a Sarada y la tomó de los hombros.-

-¿Qué sucede, Karin?-

-Sarada, ¿estás enamorada?-

-¡Como crees!-

-Sarada, no te apenes, es normal, se que no soy un desastre en el amor, pero puedo ser tu cómplice y escuchar tus inquietudes.-

-Te lo agradezco Karin, pero yo aún no creo que eso me esté pasando.- Sarada se sonrojó y aunque trató de ocultar sus nervios, empezaba a inquietarse.

-Es lo mismo que me dijo Mitsuki, ustedes son tan parecidos.-

-¿Le preguntaste lo mismo a Mitsuki?-

-Sí, porque está actuando extraño, me parece que se enamoró, lo vi actuar diferente, pero se niega a decírmelo, además creo que a Suigetsu si se lo dijo y me preocupa que le de malos consejos.-