• 1 •

4.5K 437 368
                                    

POV. Narrador

Después de conseguir empleo no tuviste más noticias del castaño. Paso lo que restaba de la semana y te dedicaste a conocer a tus tutores. Te resultaban muy agradables y tiernos en especial Dione que te trataba como una hija o una nieta en este caso, con Leo te llevabas bien, aún que te costaba un poco más comunicarte con él, era algo serio pero nada del otro mundo.

Último día de la semana, ya mañana empezabas tus clases, pensabas como sería tu primer día, en las anteriores escuelas te iba bien. Por ser una chica proveniente de otro país te daba ventajas de llamar la atención de todo el grupo, así no tardabas en hacer tú círculo de amigos, esperabas que esta vez no fuera la excepción y todo fuera tal y como lo pensabas.

Todo tipo de cosas venían a tu mente mientras regabas los rosales de Dione, como te presentarías, donde te sentirías y como irías vestida el primer día. Mucha gente creería que eres muy introvertida o asocial y tal vez algunas actitudes sociópatas por tu manera de vestir, pero era casi todo lo contrario, si, eras algo reservada pero te gustaba estar acompañada y prefieres no tener conductas violentas.

No a la violencia niños, si a la amistad. —signo de paz—

Después de terminar de regar los rosales dejaste la regadera a un lado, sacudiste tus manos en tu ropa por la humedad que había quedado en ellas y entraste nuevamente a la casa.

Subiste a tu habitación y te túmbaste en la cama para utilizar un rato tu teléfono, solo para matar el tiempo.

(...)

Vaya pero que bien despertaste, con el sonoro ruido de tu alarma, apagaste tu alarma y te quedaste acostada unos momentos más pensando en si valía la pena ir el primer día.

Después de que el sueño pasara te levantaste en dirección a tu baño para comenzar tu rutina.

(...)

Una vez que ya estabas lista te miraste en el espejo, admirabas tu atuendo y como se miraba genial, tenías que admitirlo, adoraba tener esas prendas, tomaste tu mochila junto con tu celular y saliste de la habitación, bajaste las escaleras y viste a Dione sirviendo un plato con pan tostado en la mesa.

—Buen día ____________— saludo cálidamente la señora acomodando un lindo delantal celeste que tenía en ese momento para no ensuciarse mientras cocinaba.

—Buenos días Dione— te acercaste a la mesa y te sentaste para desayunar.

(...)

Caminabas con emoción a la escuela, te veías muy positiva y todo se debía a la música que estabas escuchando, nada más y nada menos que tu canción de rock favorita. Tarareabas la canción y caminabas tratando de no pisar las líneas del piso... o podrías morir.

Bueno, todo tenía más sentido en tu mente.

Empezaste a notar a más chicos y chicas de tu edad con mochilas, así que era muy obvio que ya habías llegado, miraste la entrada de la escuela y entraste, buscaste primero a algún profesor o prefecto que te pudiera ayudar a buscar la dirección para que te dieran tus clases. Al final una señora de unos treinta años probablemente te indicó como llegar, le agradeciste y caminaste en la dirección que te habían indicado.

Entraste a la sala que te dijeron y una muchacha que no pasaba de los veintitantos te miro fijamente, probablemente preguntando indirectamente que "¿Qué quieres?".

—Buenos días, me dijeron que tenía que venir para que me asignara mis clases y...

—Ah, eres la de intercambió. Si, siéntate y en un momento te entrego tu horario— respondió señalando unos sillas que habían a lado de la puerta.

30 𝙈𝙞𝙣𝙪𝙩 [ Heavy | Metal Family ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora