30 𝙈𝙞𝙣𝙪𝙩 [ Heavy | Metal Family ]

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PoV. Narrador

—¿Ya te vas?— preguntó Leo.

—Ah sí, al trabajo— sonreíste mientras echabas un toper con tu almuerzo a la mochila.

—Oh sí, trabajas, a veces lo olvido— rió y siguió caminando a quién sabe donde.

A veces te daba algo de tristeza, pues el Señor Belov comenzaba a tener indicios de alzheimer ¿qué pasaría el día en que te preguntara » ¿y tú quién eres? «? O que olvidará a su esposa, no sabías cómo reaccionar cuando ese momento llegará.

Suspiraste y trataste de no pensar en eso más, no podías llegar deprimida al trabajo, eso no es de rockstars.

(...)

Llegaste cinco minutos antes, entraste al local y el castaño estaba ya ahí, acomodando algunas cosas en los estantes.

—¿Necesita ayuda?

—¡Ah, ____________________!— miró en tu dirección y sonrió —Llegas justo a tiempo ¿podrías traerme la escalera de allá atrás?

—Claro— dejaste tu mochila debajo del mostrador, donde podías cuidarla y tenerla a la mano.

Fuiste a la parte trasera del establecimiento, y ahí estaba la escalera, amontonada junto con otras cajas. Tras mover casi todo y volver a acomodarlo pudiste sacar la escalera sin fracasos.

Triunfando en la vida, sí señor.

Volviste con Chess, él cual miraba su celular mientras te esperaba.

—¡Perfecto, gracias!— se la entregaste y él acomodó la escalera para después subir a ella
—¿podrías pasarme aquellas cajas?

Te señaló las cajas del suelo, eran 4 de tamaño mediano.

Tomaste una y lo ayudaste a subirla hasta donde estaba la repisa.

Después de eso te dirigiste a buscar tu chaleco de uniforme que estaba en el mostrador.

Chess, comenzó a sacar las cosas de la caja, mientras hacía eso el sonido de la campanita de la puerta sonó, había entrado un cliente.

—¡Bienvenido!— hablaste y miraste a la puerta con una sonrisa.

Era ese hombre del otro día, el de la cabellera bonita.

—¡Glam!— bajo de las escaleras el castaño y recibió a su amigo —te esperaba más tarde...

Comenzaron a hablar entre ellos, observandolos te diste cuenta que él rubio no venía solo, venía con una mini versión suya, solo que esta versión venía con el cabello atado.

—¿Vienes, Dee?

—Aquí espero.

Respondió simple y con ambas manos detrás de él, su semblante era neutral.

—¿Puedes ocuparte de lo restante?— te miró Chess.

Asentiste a la pregunta del castaño y te dirigiste nuevamente a la escalera, al subir notaste que estaba un poco floja ¿porqué Chess no ha comprado otra?

Igual, no le tomaste importancia y subiste de todas formas, comenzaste a acomodar las cosas y las que tenían polvo las limpiabas con trapo que había ahí también.

Por el reflejo del cristal, pudiste ver al rubio como se paseaba en la tienda mirando cada artículo que llamaba su atención.

Regresaste la mirada a tu trabajo, pero nuevamente te distrajiste con lo que había afuera, la gente y los que pasaban por ahí, pusiste ver a la lejanía a un chico.