One last time || Ikki x Seiya

c a s s e t t # 2

En el fondo el era bueno.

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Su boca sabía a tabaco, Ikki había estado fumando toda la tarde mientras los demás corrían para mantener a Shaina con vida; en el fondo estaba preocupado, pues ella era parte de su actual familia.
Camino un poco por aquel enorme pasillo, el olor a sangre era sofocante; se asomo por unos instantes en la habitación donde se encontraba la herida para ver a las chicas llenas de sangre en su ropa pero relajadas pues habían logrado salvar a su compañera.

Emprendió su camino hacia la sala principal, aquel olor que le daba dolor de cabeza fue remplazado por uno dulce, y las risas emocionadas de dos gritones que conocía muy bien resonaban por todo el lugar.

— Yo lo decorare - Jabu tomo la crema pastelera emocionado pero Shokō intento quitárselo pues ella quería hacerlo primero; parecían niños pequeños. Era obvio que el postre era para Shaina.

Pero lo que le llamo la atención fue aquel muchacho de corta estatura de cabellos chocolate, quien sostenía la tarta algo molesto por el desatre que sus "ayudantes" habían causado.
Tenía ese típico suéter rojo y camisa de botones blanca, esos pantalones negros ajustados que hacían resaltar su delicada complexión a pesar de ser rudo a la hora de matar "destripadores".

La noche cayó, otro día más en esa horrorosa realidad; la cena fue en la enfermería pues querían querían acompañar a la de cabellos verdes. El solo se encontraba sentado en su respectiva cama, lamentablemente ya no habían cigarrillos y tal vez en unos días comida, odiaba el echo de sufrir de esta manera, era como estar muerto en vida.
Sintió un peso a su lado, volteo rápido a ver de quién se trataba; era Seiya.

Nadie hablo, pues no lo hacían desde que encontraron este refugio; prácticamente era como si ninguno de los dos existiera; el moreno se levantó y retiro cerrando la puerta.
Aquel hombre de cabellos azul mar estaba confundido ¿ Por qué vino y se fue ? Su respuesta era facil, le había traído la cena personalmente.

Se sentía mareado, más bien con ganas de llorar, pero no debía hacerlo. Debía ser fuerte por el bien de todos.
Le dolía el echo que lo único que pudo rescatar esa noche lo tratase como si nunca lo hubiera conocido; sentía como si Shun lo estuviera ignorando.

Pero Shun ya no está.

Un sollozó de escapó de sus labios, no ceno esa noche; directamente se acostó intentando conseguir que el sueño lo consumiera. El sonido de la puerta abriéndose lo alertó; se levantó con esa actitud molesta.

— Perdón - Mii se dirijio a su respectivo colchón, se sentó dispuesta a despeinar su delicado cabello, Ikki solo miro las otras dos camas vacías; Al parecer Shaka y Jabu aún no vendrían a dormir.
La figura femenina se recostó ignorando al varón que estaba a su izquierda; este  imitó el acto para después cerrar sus ojos de forma pesada.

Cayó en aquel limbo llamado sueño, era el único lugar donde el era feliz, pero aquel paraíso siempre era arruinado por un Shaka despertandolos.

Hasta que llegó aquel temido día, ya no habría comida para el día siguiente. Se enteró de esto junto cuando salía de tomar un baño, estaban completamente jodidos.

— ¡ No hay otro lugar cerca que nos proporcione alimento ! - un desesperado Mu aclaro. Los demás empezaban a entrar en pánico por igual.
— Lo hay - comento el de cabellos miel, sabían a qué se refería pero era completamente suicida ir. El centro comercial.

Era la segunda más peligrosa opción.
Nadie quería morir en el intento pero tampoco de hambre.

— Podemos ir ahora, por la ruta segura. - añadió intentando convencerlos, sería fácil ir pero no regresar.

El castaño aclaro su garganta llamando la atención de todos, tomo su arma y sus cosas de expedición. Camino un poco tomando la escopeta de Ikki para después lanzarla hacia el.

— Tenemos que sobrevivir. Haré lo posible para mantenernos con vida - ni una respuesta.
— Seiya, sabes que alguien de nosotros morirá; encontraremos otra fuente pero el centro comercial no es la mejor alternativa. - Comento la de ojos azules, aunque la de cabellos rosas tomo su arma por igual mirándolos seriamente.

— Entonces quédense aquí. Nosotros iremos. - dijo segura, aterrando a la otra figura femenina.
— Somos los más rápidos, no pasará nada. - Agrego Ikki, ganándose una mirada discreta por aquella persona especial para el.

— ¡Bien! ¡Largo! ! Pero regresen con vida ! - aquel rubio sentenció molesto, pero a la vez preocupado; tal vez esa sería la última vez que los vería.

Se prepararon, sería un viaje de 1 día si querían regresar completos; salieron de aquel lugar seguro para respirar aquel aire, la neblina era más densa hoy y al parecer iba a llover.

— No suelten mi cuerda para nada - Jabu susurro empezando a caminar, los otros 3 tomaron la soga que se encontraba atada al torso del muchacho quien sabía el camino. Se escuchaban los gruñidos de aquellas mounstros o más bien, personas infectadas, pararon a descansar en un callejón escondiéndose detrás de un contenedor de basura.

— ¿ Cuánto falta ? - La muchacha recargo la su cabeza en el hombro de su guía, estaban muertos en nervios pues tal vez estaria lleno de esas cosas y hasta irregulares en aquella construcción. El de ojos azulados la miro con ansiedad.
— Falta poco, pero la neblina no me deja ver con claridad. - Susurro en contestación, el sonido de unas latas caer los alertó, guardaron el mayor silencio posible.

Un contaminado había entrado al callejón en busca de que comer, pero se detuvo en la entrada a masticar una bolsa de basura.

Los jóvenes estaban encogidos en su lugar, Jabu abrazo a Shokō con todas sus fuerzas, Ikki sudaba a mares mientras que miraba de reojo a la persona a su lado, vio de nuevo aquel rostro lleno de terror. Temblaba a pesar de haber matado montones de esas cosas.
Contuvieron la respiración en cuanto se acercó, no los detectaría mientras no hubiera sangre en ellos, registro un poco el contenedor para encontrar algo comestible y retirarse.

El moreno se había acercado un poco a el oji esmeralda dispuesto a sacar su arma. Pero al parecer no fue necesario.

— Esperemos a qué se valla, después correremos a la entrada. - Aviso respirando agitadamente, se relajaron un poco. Después de unos minutos retomaron su camino quedando enfrente del. . .

Centro comercial.

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