Capítulo 11.

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Luego del alboroto el castaño esperó a que la pelinegra saliera a fuera del teatro.

- Oye.- Dijo al verla.-¿Te acompaño a la cabaña? ...- Dijo en voz baja.

- Diablos.- Escuchó el castaño, se dió la vuelta pero no pudo ver a nadie cerca.

- Sí, de todas formas compartimos cabaña.- Dijo la pelinegra de mala manera.

- Y ...- Dijo Tyrone caminando al lado de ella.- ¿Cuáles son tus poderes?

- Ojalá fuera ser invisible.- Esa voz otra vez, se parecía a la Pelinegra pero ella no movió los labios.

- ¿D-dijiste algo ___?.- Preguntó extrañado.

- ¿Eh? No dije nada pero ... Al parecer no tengo poderes.- Dijo viendo al suelo.- ¿Y tú?

- Pues ... - Lo interrumpió una voz.

- Mataré a ese imbécil.- Escuchó, al darse vuelta vió a Tom quién se acercaba molesto.- ¿Te está molestando ___?.- La abrazó.

- Claro que no Tom.- Ya suéltame. Escuchó el castaño y se dió cuenta.

- Déjala Tom.- Dijo el castaño.

- JA, claro que no, más bien tú la molestas.- Imbécil.

- Te aviso que puedo leer tus pensamientos.- Dijo mientras se cruzaba de brazos.

- ¿De veritas?.- Pensó Tom.

- Sí.- Dijo el Castaño.

- Entonces sabes que me quiero cog...

- El castaño se ruborizó.- ¡No seas grosero!

- ¿Qué?.- Preguntó ___.- ¿Qué es lo que pensó?.

- N-nada importante.- Dijo Tyrone nervioso.

Tom desvío la mirada separándose de la pelinegra mientras silbaba.

- Okay ... Yo iré a mi cabaña, estoy muy cansada.- Dijo mientras avanzaba.

- Escucha Pines, y escucha muy bien.- Lo dijo y luego lo pensó mirando fijamente a los ojos de Tyrone.- Aléjate de ella.

- Tú aléjate de Pacífica.- Dijo el castaño pegando su frente con la del pelirrojo.

Los que estaban al rededor murmuraban al ver aquella escena de esos dos.

- ¡Dale un beso coño!.- Pensó uno de las personas.

Otros tipos de pensamientos pudo lograr escuchar el castaño provocando que este se ruborizara por completo, alejó al pelirrojo de un empujón y se fué corriendo en dirección a ___.

- ¡Espérame!.- Gritaba mientras corría.

Al llegar a la cabaña la pelinegra estaba acostada en su cama.

El castaño se acostó en la otra cama del otro lado de la habitación.

El castaño abrazo su almohada y una sensación de incomodidad inundó la habitación.

Al día siguiente el castaño y la pelinegra se despertaron al mismo tiempo, cuándo los sorprendió el sonido de una trompeta.

Salieron disparados de la cama para ver qué sucedía a fuera.

- CAMPISTAS.- Gritó el entrenador Minotauro con un altavoz.- LEVÁNTENSE JÓVENES HARAGANES, NO PORQUE EL CAMPAMENTO QUITÓ SUS ACTIVIDADES SIGNIFICA QUE SE QUEDARÁN SIN HACER NADA.

- ¡¿Está demente?!.- Gritó Bill quién tenía puesto unos lentes oscuros mientras salía de la cabaña acompañado con Pino.- ¡Casi me da un infarto! ¡Por poco vuelo el techo de nuestra cabaña!

La Casamentera [Tyrone X Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora