Reconciliación Familiar

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Nick se despertó con el gusto salado de las palomitas que se comió el día anterior en su boca, abrió lentamente sus verdes ojos tan solo para volverlos a cerrar debido a la deslumbrante luz que entraba por la ventana. El zorro usó su almohada para cubrirse la cabeza mientras buscaba ciegamente su celular en la mesilla de noche.

"11:27" leyó en la pantalla.

El zorro rojo se estiró antes de salir de la cama y pisar el frío suelo de su apartamento. Lo primero que hizo fue quitarse la ropa y meterse en la ducha, una vez despierto de verdad, Nick se vistió y salió de su apartamento rumbo al bar de Maite.

Al contrario que el día anterior, el bar estaba lleno. Tan pronto como entró, el zorro vio a la zorra andar entre las mesas con una bandeja llena de vasos y tazas en cada mano. Nick se sentó en la barra y esperó unos cuantos minutos mientras jugaba con uno de esos servilleteros a que Maite le pudiese atender,

"¿Lo de siempre?" preguntó la zorra mientras limpiaba unos cuantos vasos sucios.

"Sí, descafeinado con leche de soja-"

"Y sacarina, ahora mismo te los pongo..." Maite sonrió antes de empezar a preparar la bebida de Nick, después de añadir la leche de soja al café descafeinado, la zorra tomó un sobre de sacarina y lo puso en un pequeño plato, acompañado de la taza de café "...¿algo más?"

"No, gracias, voy a comer con mi madre luego y seguro que hace un montón de comida" dijo el zorro mientras removía su café tras haberle echado la sacarina.

"¡Vaya! ¿Hace cuánto que no la ves?"

"Algo más de un año"

"Bueno, nunca es tarde para recuperar el tiempo perdido" la zorra le guiñó un ojo antes de irse a atender a otros clientes.

Después de terminar su café, Nick dejó un par de dólares al lado de la taza de café vacía y miró a la zorra e intercambiaron un gesto de despedida antes de que el zorro saliera del bar. Tras mirar la hora en su celular, Nick se dirigió a la estación de metro de la calle Peak. Esta estación era el comienzo de la línea, por lo que Nick tuvo que pasar por la Plaza Sahara y Tundratown antes de llegar al Distrito Forestal, en el cual se encontraba la casa de su madre.

Después de más de 15 paradas, el zorro llegó finalmente a su destino, la calle Fog. Tras salir del metro, el zorro sintió una cosquilleante sensación en sus pies, pero no pudo saber si era por estar de pie en el metro más de 30 minutos o por lo nervioso que estaba.

El zorro miró al paisaje del distrito, característico por sus grandes árboles. Había estado varias veces el pasado año, la mayoría mientras patrullaba con la conejita gris que tenía como compañera, pero ninguna para visitar a su madre, cosa de la que se arrepentía cada vez más.

Nick se pasó unos cuantos minutos caminando por las húmedas calles y cruzando un par de puentes antes de encontrarse con un árbol gigante, el cual funcionaba como edificio, dentro de este había un ascensor y, en la parte de arriba, varias casas, una de ellas la de su madre.

Abrió la puerta del ascensor y pulsó el botón que le llevó hasta la cima del árbol. La casa de su madre se encontraba en una plataforma circular de madera, desde la cual colgaban muchas plantas, no era muy grande ni muy pequeña, pero tenía dos pisos. Nick sintió cómo un escalofrío le recorrió la espalda mientras caminaba por la plataforma hasta pararse en la puerta de su madre y, tras levantar lentamente su pata, tocar el timbre. Los segundos siguientes le parecieron una eternidad a Nick, pero cuando la puerta se abrió y la zorra roja apareció detrás de ella, ambos no supieron cómo reaccionar.

"H-hola" tartamudeó Nick.

"¿Hola?" preguntó su madre con un hilo de voz mientras caminaba hacia su hijo.

"Mamá, sé que-" el zorro fue interrumpido por un repentino abrazo de parte de su madre, sus brazos rodearon el cuello de Nick mientras una de sus patas acarició el pelaje de una de las orejas del zorro.

"Oh, Nicky..." suspiró su madre cuando el zorro correspondió su abrazo "...venga, vamos adentro" la zorra le acarició la mejilla y le dio un beso tras el abrazo, el cual duró casi un minuto.

"El tiempo no pasa para tí, estas igual que la última vez que te ví" dijo Nick mientras su madre le ayudaba a quitarse el abrigo.

"Tú también te ves genial, cariño...se ve que trabajar te ha sentado bien" sonrió la zorra.

"¿Trabajar?"

"Oh, vamos...¿en serio piensas que no me iba a entrar de que mi hijo trabaja en la ZPD?"

"Pero, ¿cómo-"

"Bueno, todo empezó cuando tu cara apareció en todos los telediarios...un zorro ayuda a la coneja policía de Zootopia a salvar la ciudad...estaba muy orgullosa de tí, y cuando pensé que no podía estarlo más, un día, la conejita se presentó aquí y me dijo que estabas entrenando para ser policía...ay, no te puedes ni imaginar cómo me sentí el día que te ví con tu uniforme azul cuando te dio la placa" recordó la zorra con ojos llorosos.

"¿Estuviste en mi graduación?" preguntó el zorro sorprendido.

"Pues claro que estuve"

"¿Y cómo es que me entero ahora?"

"Verás, una de las veces que Judith vino de visita me trajo un sobre con una invitación, pero que sepas que me arrepiento muchísimo de no haberme acercado a ti y decirte lo orgullosa que estaba de tí" la zorra le acarició el rostro antes de que ambos se abrazasen.

"Espera, ¿una de las veces que Judy vino de visita?, ¿cuántas veces ha estado aquí?" preguntó el zorro sin romper el abrazo.

"Pues unas cuantas, nos hemos hecho muy buenas amigas, por cierto, ella y tú, ¿tenéis algo...especial?, porque me encantaría tenerla como nuera"

"Somos muy buenos amigos, mamá"

Los zorros siguieron con el abrazo hasta que escucharon un *ding* que vino de la cocina.

"¡Eso debe ser la tarta de arándanos!" dijo la zorra antes de entrar a la cocina a toda prisa.

CONTINUARÁ...

Zootopia-Nuestra Primera NavidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora