Parte 12: "Viaje al pasado"

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Alguien y Nadie decidieron pasar la noche e ir al palacio al día siguiente.

-Nadie, ¿hay muchos seres como tú por aquí?- le preguntó Alguien por sacar conversación

-No conozco a nadie como yo-

-¿¡En serio!? ¡¿A nadie nadie?!-

Ella hizo memoria, y tristemente dijo:

-Solo mis padres- dijo mientras que bajaba la mirada para que no viera como una lágrima recorría su rostro

-Y... tus padres...-

-Murieron, murieron cuando cruzamos el Bosque de los Susurros, se sacrificaron por mí, para que llegara, para que siguiera viviendo...-

Nadie empezó a respirar intercaladamente con los ojos algo llorosos.

-Si te sirve de consuelo mis padres también murieron, ni siquiera los conocí, vivía con mi abuela Costura, es la única que me queda-

-Al menos tú no estabas solo...-

Alguien la miró a los ojos preguntándose qué había más allá, qué le había ocurrido en el pasado, cómo llego a aquel claro, qué se sentía estar solo sin nadie más... Debió de ser muy duro.

-Solo no estaba, pero nadie se molestó en decirme quién era, cuál es mi destino. Llevo toda mi vida intentando saberlo, intentando saber si soy algo más que alguien-

Nadie no supo que decir, en el fondo ambos tenían sus problemas y sus sueños aún por cumplir. "Quizás mañana Nada pueda ayudarnos" se dijo antes de cerrar los ojos.

Y de nuevo estaba allí, en el Bosque de los Susurros.

"Vas a morir, vas a morir, vas a morir"

Se giró asustada, pero no había nadie. Eran los míticos susurros del bosque, pero aun así seguía temblando. Entonces le pareció que algo se movía a su alrededor. Dio vueltas en círculo sobre sí misma, tenía un presentimiento. Oyó unos pasos sobre la hierba, se estaba acercando... su corazón le palpitaba sin parar, estaba atrapada, no podía hacer nada. Y de pronto, de entre las sombras, salió una bestia. Nadie chilló. Pensó que iba a morir, pero sus padres se lanzaron, y consiguieron retener al monstruo.

-¡¡¡Nadie, vete!!!- le gritó su madre

-No puedo, acabará con vosotros

-¡¡¡Corre hija, hay un claro cerca!!!- le dijo su padre

-¡¡No quiero dejaros!!

-Mi amor, mi angelito, debes seguir aquí, la vida te guarda algo mejor-

-Pero mamá...- dijo con lágrimas en los ojos

-Cariño, no nos iremos, siempre estaremos contigo, en tu corazón- dijo sonriéndole

Nadie asintió, y muy a su pesar salió corriendo de allí sin mirar atrás, lo último que oyó fueron las palabras de su padre:

-¡¡¡Recuerda que te queremos!!!-

Corría más veloz que el viento, sin mirar a dónde iba, las lágrimas en sus ojos le impedían ver. Era de noche, y corría, corría pensando en sus padres, en cómo se habían ido... queriendo retroceder en el tiempo, volver con ellos... y cuando se dio cuenta, vio una luz, estaba en un claro. Se acercó temblando y se sentó al lado de un pequeño pozo, llorándoles.

Era un sábado corriente como todos los demás en uno de los centros comerciales más grandes de El Algo: "Luz Sí". Y como todos los sábados estaba lleno, lleno a rebosar. Sin saber la gente que su destino acababa ahí...

Un matrimonio junto con su bebé paseaban por los pasillos haciendo su compra habitual.

Inesperadamente todo dio un giro frontal cuando alguien gritó:

-¡¡¡¡¡¡Fuego!!!!!!-

Todas las alarmas se dispararon y la gente se volvió como loca formando una avalancha humana, donde todo el mundo se empujaba y pisoteaba para poder salir de aquella ratonera, en ese momento el caos reinó en la Luz Sí.

Mientras tanto, en la planta del incendio, seguían atrapados aquel matrimonio. Las llamas avanzaban rápidamente hacia ellos queriendo engullirlos. No tenían a dónde ir, estaban acorralados por aquel calor infernal que amenazaba con quitarles la vida.

No les quedaban muchas opciones, se acercaron a un pequeño ventanuco, pero era demasiado enano para que pudiesen saltar, solo cabía un niño pequeño, y entonces pensaron en su bebé...

Ambos se miraron y pensaron que eso era lo mejor, de todas formas iba a morir igual, quizá si la suerte le sonreía podía sobrevivir... Y sin más dilación, su madre lo cogió en brazos, lo meció y le susurró:

-Hoy no es tu día, mi pequeño, sé qué harás grandes cosas, mi pequeño héroe-

Le sonrió y le dio un último beso antes de abrir la ventanilla y de lanzarlo por los aires.

Alguien se despertó de golpe. Aquel sueño parecía tan real... Se frotó los ojos, aún recordado como los padres morían en las llamas.

Se fue tranquilizando poco a poco, y todo regresó a su mente. Ya era de día, iba a decirle a Nadie que estaba despierto cuando se dio cuenta de que estaba solo. ¿Dónde se había metido? Entonces vio que se acercaba a él, como siempre ella era la primera en despertar, aun así le sorprendió que se hubiese ido.

-¿Dónde estabas?-

-Había ido a dar una vuelta, cuando tengo pesadillas me tranquilizo-

-Yo también he tenido una pesadilla-

-¿De qué iba?- dijo mientras se sentaba a su lado

-De un incendio en un centro comercial-

-¿Y qué pasaba?-

-Que un matrimonio moría, y para salvar a su hijo lo lanzaban por la ventana-

-Dicen que los sueños son producidos por el subconsciente y que a veces corresponden con nuestra vida-

-¿De qué iba el tuyo?-

-De cuando perdí a mis padres, ha sido horrible volver a vivirlo-

-Te entiendo, el mío parecía demasiado real...-

-Suele pasar... Y, dime, ¿crees que tu sueño puede ser algo importante?-

-Me sonaban demasiado..., y era como si ya supiese el final, como si ya lo hubiese soñado...-

-¿... cómo si ya lo hubieses vivido?-

-Algo así... ¡¡Espera!! ¡¡Eso es!!-

-¿Qué ocurre?-

-¡¡Ya lo sé!! El matrimonio eran mis padres, y el bebé... era yo-

-La verdad es que tuviste demasiada suerte al sobrevivir de esa- dijo ya sonriendo

-Supongo

Nadie se levantó

-Ahora que ya sabemos nuestro pasado es hora de averiguar nuestro futuro- dijo mirando al palacio de Nada

ENTRE LA VIDA Y LA MUERTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora