El cumpleaños de Alyssa llegó. Por suerte, no tuve que inventarme ninguna excusa para ir, ya que mi mamá, siempre me dejaba asistir a los cumpleaños y más si era el de mi mejor amiga.
Le regalé un gran cuadro con muchas fotos, las dos solas, con Zoey o con nuestros amigos. Y también le regalé alguna camisa y una funda para su nuevo iPhone.
Tenía nervios de la fiesta. Iba Dylan y también Mark, y parecía que a Mark no le agradaba mucho mi vecino. Crucé los dedos para que no pasara nada malo aquella noche.
Salí de casa y ya estaba Zoey con su coche justo frente mi casa. Todos mis amigos tenían coche o moto, y luego estaba yo, que no tenía ni uno de los dos vehículos. Mi madre decía que me lo compraría al llegar a la universidad, cómo hizo con Peyton.
—¡Hola! ¿Preparada para la fiesta?—preguntó Zoey con una sonrisa radiante.
—Por supuesto—me giré y vi que en el asiento de atrás había una caja muy grande con un gran lazo rosa—¿Es el regalo para Alyssa?
—Así es. Son varios tacones que les gustó cuando fuimos de compras. La dependienta me miró raro cuando puse en el mostrador los ocho pares de zapatos.
Me reí y puse el disco de My Everything de Ariana Grande. Guardaba todos mis discos de ella en el coche de Zoey, ya que era la única que me dejaba ponerlos.
—¿Sabes? Hoy noche de ligoteo, hay que olvidarse de Mike y tú de Mark.
—Zoey, no sé cuántas veces os tengo que repetir que no me gusta Mark. Y no voy a ligotear, hazlo tú si te apetece.
—Aburrida—suspiró y la miré indignada por unos segundos.
Después de unos minutos, tuvimos que ir hacía la casa de Hunter para poder recogerlo. Salió con una caja, con estampados de cerditos de diversos colores. Luego, tuve que abrir yo la puerta para que se subiera sin soltar el regalo.
—¿Qué llevas en esa caja?—pregunté mientras me reía.
—Hola a vosotras también. Llevo el regalo de Aly, son varios chocolates de distintos sabores y unas cuantas de pizzas congeladas. No os fijéis demasiado en el envoltorio, no tenía otro.
—Demasiado tarde—respondimos a la vez y mi amiga y yo chocamos puños.
Más tarde, al fin llegamos a la discoteca, la cuál estaba a las afueras de la ciudad. Fuera había una gran cola, pero por suerte, no teníamos que esperar, ya que nuestras entradas eran vip.
Nada más salir del coche, Zoey corrió hacía la entrada, le dio la entrada al de seguridad y entró. En cambio, Hunter y yo aún seguíamos sacando su regalo del vehículo.
—¿Va a venir Dylan?—preguntó y yo asentí.
—Por una parte, no quiero que venga por culpa de Mark, pero por otra, me encantaría, así podríamos estar más tiempo juntos.
—Claro que sí—me sonrió y pasó su brazo por encima de mis hombros—Ya sabes, si te hace daño de nuevo, no dudes en llamarme, incluso si me estoy ligando a alguna.
—Está bien—reí y le dimos nuestras entradas al de seguridad, quién nos dejó pasar sin ningún problema.
Al entrar, todo estaba oscuro excepto algunas luces fluorescentes que adornaban las paredes. Había una gran barra con varios camareros, quiénes no llevaban camisa, solamente con un pantalón, o eso creía.
A nuestra derecha, había unas escaleras, con un guardia bastante alto. Esa era la zona vip y no parecía muy llena aún. Nos acercamos allí y Zoey ya estaba subiendo esas escaleras con su pedazo de regalo.
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𝑷 𝑰 𝑺 𝑪 𝑰 𝑺
Teen FictionSanta Mónica, una ciudad muy conocida, con muy buenas temperaturas todo el año, vive Olivia, una chica cómo cualquier otra. Olivia tiene una familia, con sus defectos, cómo todas las familias de este planeta y un grupo de amigos con los que vive ave...