Son las siete de la mañana, y como siempre, me acabo de levantar de la cama y digo levantar porque casi no duermo. Ahora camino hacia la ventana de mi habitación, vestida con una camiseta blanca simple pegada al cuerpo, de mangas largas hasta los nudillos, unos pantalones rojos hasta los muslos y un par de calcetines de diferente color, uno rojo con pequeñas rallas azules y otro verde con rayas grises y negras que uso como pijama. Suelo ponerme los calcetines de diferente color para dormir, porque creo que me dan suerte. Lo sé, es estúpido, además me da un poco de pereza ponermelos iguales. Caminé hacia la ventana para sentarme en el poyete y al sentarme para ver llover temblé un poco por el frío que tenía, así que, una vez cómoda y sentadita en la ventana, tuve que levantarme, ir al armario y coger mi chaqueta de color rojo carmín, típico de mí tener que levantarme de un sitio cuando acabo de acomodarme. Cómo cuando acabas de meterte en la cama después de un día duro y te dan ganas de ir a hacer pis. Una vez que me pongo la chaqueta, camino otra vez a sentarme en la ventana.
A esta hora, el señor Jones, sale de su casa vestido con un traje de chaqueta gris, su corbata roja, su camisa salmón, sus zapatos negros y su maletín, dispuesto a irse al trabajo, pero antes de llegar al coche vuelve a la puerta de su casa para darle un beso a su mujer que lo ve irse vestida sólo con su lencería de encaje negra con pequeños lazos rojos y su bata corta de seda color negro. La razón de que espere a que su marido se vaya es para verse con su amante, un joven de unos veinte años, el pelo negro, los ojos azules, la piel bronceada, un cuerpo muy bien formado y de un metro ochenta de altura. La señora Jones es muy atractiva, debo admitirlo, tiene unos treinta años, el pelo rubio, unos ojos grises exóticos, un metro setenta de altura y un cuerpo de modelo. Pero también es muy fresca. Lleva unos cinco meses viéndose con ese chico, algún dia su querido marido descubrirá que le engaña...bueno eso es lo que yo quiero que pase. Veo injusto que le haga eso al señor Jones. Pienso que él no se lo merece, es un hombre muy simpático, amable, comprensivo...Trabaja en una una beneficencia para ayudar a los más necesitados, es el hombre más bondadoso que conozco no se merece lo que la guarra de su mujer le está haciendo.
Luego, en la casa de al lado viven los señores Smith. Una familia muy peculiar, rica y vanidosa. El padre, el señor Smith, es un hombre respetable, orgulloso, con poco sentido del humor y muy detallista. Físicamente es alto, muy delgado, tiene un bigote muy grueso de color negro con algunas canas, el pelo grisacio por la vejez y los ojos negros. Su carácter es un poco gruñón y poco sociable. La única persona que lo soporta es su esposa, que dudo que sea una mujer ya que tiene más bigote que su "amado" esposo, y digo "amado" porque ella sólo esta con él por su dinero. La señora Smith es de baja altura, pelo castaño oscuro, ojos azules como el mar no muy delgada y siempre viste de rosa. Al que sí ama de verdad es a su pero. Su perro es de raza pequeña, pelaje negro, ojos negros muy grandes y unas orejitas adorables. Siempre lo lleva a peluquerías especializadas y como no quiere que las pequeñas y frágiles patas de su perro se dañen, lo mete en su enorme bolso. Así es, se lleva a el pobre perro de paseo metido en un enorme bolso rosa. Lo que tiene que sufrir el perrito...Eso, sinceramente, es crueldad animal.
Al final de la calle viven los señores Brown, una familia muy agradable compuesta por el padre, que es amigo del mio y trabaja en la misma comísaria. El señor Brown, es alto de un metro ochenta y tres de altura, delgado, tiene le pelo negro, los ojos celestes y tiene unos treinta y nueve años de edad. Su mujer, es una chica muy agradable de unos treinta y seis años de edad, pelo rubio platino, ojos verde claro, mide como un metro sesenta y esta esperando un hijo de dos meses. ¿Que como lo sé? Su hijo de diecisiete años, Patrick Brown. Es uno de los mejores amigos de mi primo Harry, y al igual que Laura, que babea por mi primo, mi otra mejor amiga Jo, babea por Patrick. En fin, él, la verdad es que es muy lindo pero no supera a Raph... ¿Pero que estoy diciendo? Olvidemos esto último...Patrick es alto, con los músculos muy marcados, ojos verdes claro como su madre, pelo castaño y la piel bronceada.
Y no nos olvidemos de mis amados tíos y a mi pedante primito de dieciséis años. Los señores Styles que viven a dos casas más hacia la izquierda de la mía. Mi tía, o sea, la hermana pequeña de mi padre, tiene unos treinta y dos años, el pelo castaño claro casi rubio, ojos castaños oscuros, tono de piel algo claro, es muy delgada y mide un metro sesenta y seis. Es muy simpática y muy trabajadora al igual que su hermano y su esposo. Su marido, o sea mi tío, tiene unos treinta y cinco años, el pelo castaño oscuro, los ojos castaños verdosos, la piel bronceada, algunos músculos marcados y mide un metro ochenta y dos. Es muy agradable y trabajador, ya que trabaja con mi tía en una empresa de joyas. Y mi primo Harry es un chico mas o menos de un metro setenta de alto, tiene el pelo rizado castaño, los ojos castaños verdosos y tiene algunos tatuajes pero ninguno supera al mío de la S mayúscula xon una rosa roja enredada.
Mis vecinos son muy extraños y eso que aún no saben como soy yo. Yo no soy la típica chica que se enamora fácilmente, ni tampoco de esas a las que les gusta ponerse falditas que parecen más bien un cinturón ancho. Simplemente me considero una chica, que no cree en los príncipes azules...eso es una bobada. Además esto es como un ciclo, de pequeñas todas deseamos encontrar a nuestro príncipe azul con su caballo blanco y su trajecito de cuento y en la adolescencia ese "príncipe azul" que todas deseábamos, se convierte en el típico chico con pinta de malote con su moto y su chupa de cuero. En conclusión, una vez que te rompen el corazón, no quieres volver a enamorte de ningún chico en tu vida. Ahora sólo me preocupo por mis estudios, mi familia y mis dos mejores amigas, Laura y Johanna. No se lo que haría sin ellas. Hoy vienen a "secuestrarme" para que vaya al centro comercial a comprarme ropa para la fiesta que van a montar este jueves por navidad. Quieren que Raphael y yo salgamos de novios cuando termine la fiesta. La verdad es que estaría bien salir con él.
¡SARAH!- gritó Laura corriendo por las escaleras de mi casa-
¿Que pasa? - Digo yo sentada aún en la ventana de espaldas a la puerta-
Vamos vístete y arreglate, tu primo, Patrick y Raphael van a ir al centro comercial también- dijo muy entusiasmada-
Ya os dije a tí y a Jo que no quiero nada con él-digo levantandome de la ventana-
¡Sarah ve a la ducha ahora mismo! Pareces una indigente -dijo dándome empujones hacia mi baño- cuándo Jo venga te elegiremos la ropa que te vas a poner
Bueno -suena el timbre- ya está aquí, ¿vas a ir a abrir mientras me baño?-digo abriendo el grifo del agua y llenando el baño-
De acuerdo-dice antes de irse corriendo y cerrar la puerta de mi baño-
Jajajaja está más loca que yo- digo quitándome la ropa sucia y mirandome en el espejo- vaya si que parecía una indigente- veo que el baño está medio lleno y me meto en la bañera pero cuando ya estoy dentro lo empiezo a ver todo negro y caigo dentro del agua-
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Love blood
Science-FictionSarah es una chica aparentemente normal, que no cree en el amor ni en nada pero algo le hace cambiar de opinión. Vive con su padre ya que por culpa de un trágico accidente su madre murió. Tras haber cumplido los 15 años ella, no muy confiada de la m...