.Navidad y Año Nuevo pasaron apurados. Harry y yo hicimos todo lo posible para que todo pareciera normal, ahora que teníamos muebles en nuestra casa nuevamente. Pero la fecha de la corte para Ala estaba establecida, y nunca más nos molestó. Por supuesto, trató de negar todo de lo que fue acusado, pero teníamos la evidencia. Harry me dijo que no me preocupara porque estaba siendo atendido. Fue bastante difícil hacer eso.
Oscar y Sydney volverían a la escuela en unos días, pero para Harry y para mí, el trabajo está difícil como siempre. Todo volvió a la normalidad y estaba más feliz que nunca.
Estaba limpiando cuando acababa de preparar el desayuno para todos nosotros. Escuche un zumbido profundo y tranquilo detrás de mí cuando una mano firme se colocó sobre mi trasero, donde se apretó con fuerza. Otra mano llegó por mi cadera, y se deslizó alrededor de mi cintura para alejarme.
"¿Pensé que se suponía que necesitarían limpiar aquí?" El murmuro
Me reí de su desgracia e inmediatamente se la dejé a él. "Adelante, entonces".
Pero los dos sabíamos que no estaba terminando allí cuando él me atrajo rápidamente hacia él y suavemente me abrazó. Sus labios presionaron justo debajo de mi oreja cuando la punta de su lengua rozó mi lóbulo. Chillé suavemente, sintiéndo un cosquilleo por su comodidad. Intente liberar su agarre, pero en cambio, me dio la vuelta, así que estaba frente a él sin escapatoria.
"Usted es impresionante". Susurró, su nariz rozando la mía. "Te quiero."
"Mhm", tarareé y cerré los ojos cuando sus labios carnosos picotearon los míos. "Te quiero."
"¡Eeew!"
La mano de Harry todavía estaba en mi trasero mientras ambos volvíamos la cabeza consternada, sin movernos de nuestro abrazo. "¿Que?"
Sydney estaba orgullosa con un moño apretado decorado con un scrunchie floral en la parte superior de su cabeza. Tenía los brazos cruzados mientras usaba un par de su azul claro con zapatillas a juego. "¡Deja de besarla!"
Harry sonrió y apretó su agarre a mi alrededor. "Sabes, decirme que no bese a mamá hará que quiera besarla aún más".
"Es asqueroso", ella hizo un mohín con los labios. "Háganlo cuando no pueda verte. No, ni un beso en absoluto".
"Será mejor que nos esperes en el auto. Continúa, toma mis llaves". Se los pasó a ella mientras se arreglaba su elegante traje de trabajo negro.
Ella gimió para sí misma perezosamente y se fue con decisión, cerrando la puerta detrás de ella. Harry pronto rodó los ojos y volvió directamente a nosotros.
"No", le advertí cuando él agarró mi trasero. "No en la cocina. Nunca volveré a hacer eso. Mamá está tan enojada por eso".
"Pero esta es nuestra casa". Él gimió, burlonamente burlándose de su labio.
"No podré dejar de imaginar su rostro. Dios, no". Me estremecí y sacudí la cabeza.
La sudadera con capucha de dinosaurio de Oscar fue vista pasando a nuestro lado mientras sus pequeñas manos intentaban levantar sus jeans. "¡Estoy listo!"
Inmediatamente me di cuenta de que algunos de los botones de mi blusa estaban desabrochados, y me di la vuelta para abrocharlos, así que no revelé nada demasiado explícito a los inocentes ojos de Oscar. Normalmente tenía un par de botones desabrochados, pero Oscar le quitó la incomodidad. Siempre los miraba con una sonrisa.
Harry aparentemente notandolo mientras se enojaba mordiéndose el labio inferior con desilusión. "Oscar", perdió, y escépticamente abrió los ojos. "Necesitamos hablar".
