"Mira, te dije que necesitaríamos tiempo juntos".
"Tenemos cinco minutos", susurré, mirando a nuestro alrededor. "Pero es suficiente".
"Nos atraparán". Él sonrió mientras ambos nos sentíamos cómodamente en la burbujeante bañera de hidromasaje, donde solo encontraron los dos presentes en ella.
"Todos están preparados para bajarse en el puerto, nadie está aquí". Presioné mi palma contra su pecho mojado y sin camisa.
Se lamió los labios antes de inclinarse y presionar su boca contra la mía, besándome fuerte y lentamente. Humedecí sus rizos marrones mientras pasaba mis manos por ellos bruscamente, tratando de acelerar un poco, ya que tenía cuidado con el tiempo.
Tuve que hablar sucio de inmediato. "Estoy tan mojada ahora".
Harry rompió el beso y entrecerró los ojos mientras giraba la cabeza hacia atrás con una carcajada y se cubría el rostro con la mano para intentar ocultarlo. "Es porque estamos en una bañera de hidromasaje".
Dejé escapar una risita entre mis labios pero lo golpeé lentamente en el hombro. "Cuatro minutos. Ahora tenemos cuatro minutos".
"Está bien, lo siento". Murmuró y volvió directamente a él.
Tarareamos contra los labios del otro mientras nos besamos apasionadamente, sus brazos envolviéndome mientras me acercaba. Abrió los ojos brevemente, sonrió y luego picoteó mi nariz.
"Me encanta tu linda y pequeña nariz". Él sonrió suavemente y volvió a unir nuestros labios.
Estaba a punto de mover mi mano hacia su bulto, con suerte, hasta que se escucharon pasos y desafíos leves desde una corta distancia. Me aparté, conociendo esas voces al instante. "Oh, Dios mío. Puedo escuchar a mis padres".
Como si fuera una señal, ambos entraron en la parte aislada de la cubierta superior, donde fue hecha específicamente para los adultos se relajen. Me distancié un poco de Harry cuando los dos miramos torpemente a ambos, mis mejillas probablemente de color rojo carmesí.
"H-Hey" Tartamudeé.
Los dos estaban en traje de baño, y era una cicatriz. "Oh, oye, ¿pensamos que te ibas a ir a dar una vuelta por España?"
Harry, incómodo, se rascó el pecho desnudo y se sumergió aún más en el agua, casi como para cubrirse. "Nos vamos en una hora. Pero primero tenemos cinco minutos para relajarnos".
"Aw, eso es bueno. No nos vamos a bajar para nada. Hemos estado en España una vez, nunca más". Mamá sonrió cuando los dos ubicados a colocar sus toallas azul pálido al lado de la bañera. Entramos cuando Harry y yo tuvimos un punto de salida corriendo, dejándonos sin otra opción que quedarían y hablar un poco.
Miré el agua mientras me negaba a hacer contacto visual con casi cualquier persona. "¿Y qué has hecho hoy?"
"Bingo jugado", respondió papá en silencio. "Estuvo bien".
Harry intentó unirse a esto. "¿Ganaste algo?"
"No podrías entender a la persona que llamaba, así que no lo sé".
"Mierda" Harry susurró y miró hacia abajo también.
"¡Harry!" Jadeé y frustrantemente le lancé una mirada severa.
"Todos somos adultos aquí", aseguró mamá. "Digo esa palabra de vez en cuando ... Joder".
"¡Mamá!" Jadeé aún más fuerte.
"Mierda" Papá dijó.
"Mierda" Harry estuvo de acuerdo.
"Oh, Dios mío", pasé nerviosamente las manos por mi cabello mojado y palmeé rígidamente el muslo de Harry bajo el agua, como diciéndole subliminalmente lo que dejara lo que estaba pasando. "Creo que es hora de-"
