01.

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Febrero — Jueves 13 del 2004 ; 07:00 pm.

—¡Mamá, ya me voy!

—Ve  con cuidado, cariño — después del pequeño grito de su madre, sale corriendo hacia la estación.

Es tarde y es lo que siempre pasa, Yongbok, Hyunjin y Seungmin siempre le retrasan. Pero siempre toma el directo. Nunca se le pasa y se siente afortunado por ello.

—¡Regresa pronto, Sunggie!

Al llegar a la estación, observó como su tren se iba y aun tratando de alcanzarlo corrió, pero desafortunadamente, éste se fue.

Suspiró y no quedaba mas que esperar el otro, el cual tarda mucho mas.

— Nunca se me pasa. — Formó un mohín. Sintió un leve escalofrío en su nuca y supuso que era el frío aire que le rodeaba.

Incómodo giró un poco su vista y se cruzó con una extraña, muy extraña mirada, era un chico de piel levemente bronceada. Inconscientemente lo había estado mirado también y otro escalofrío le recorrió todo el cuerpo. Agitó su cabeza y miró enfrente.

De reojo observó como el chico se colocaba a una distancia considerable de él.

Por otro lado, el tren llegaba. Las puertas se abrieron y el otro chico también subió, pero por la otra puerta.

Subió un poco atontado y nuevamente agitó su cabeza.

Tomó asiento y el otro chico estaba dos asientos al lado, enfrente.

De nuevo, un escalofrío y solo bajó la mirada nervioso. Sentía la mirada del otro sobre él y definitivamente no quería cruzar miradas. Pero algo le decía que tenía que hacerlo, la curiosidad le mataba y Jisung siempre perdía contra él mismo.

Sus actos siempre contradecían a sus palabras.

Levantó lentamente la cabeza y aquel rápidamente giró —algo torpe—su vista.

Que despistado. Pensó Jisung y rió levemente, no quería que pensaran que estaba loco y se reía solo.

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Si fuese mas confiado, quizá tendría el valor de cruzar el vagón...

Jueves. - Minsung. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora