03.

1.3K 235 5
                                    

Febrero — Jueves 26 del 2004 ; 7:30 pm.

Era quizá media hora la que estaba en aquel vagón, por que si, de nuevo rechazó el directo y tomó el otro tren.

Fue decisión propia, ésta vez se divirtió mucho con sus amigos y al final ahí está, buscando sigilosamente aquella mirada que tanto había llamado su atención.

Al encontrar al pelinegro sonrió, no pensaba hablarle, no tenía la suficiente confianza para hacerlo. Claro, el otro mucho menos para hablarle a Jisung.

Al parecer el pelinegro notó cuanto le miraba y también observó sus ojos, no apartó la mirada, solo borró su sonrisa.

Aquellos dos compartían un mismo sentimiento, el sentimiento de sentirse vacío a pesar de tener a muchas personas alrededor. Aunque Jisung no conocía la historia de aquel llamativo pelinegro, podía sentirlo en su mirada, podía transmitirle ese ardor en sus ojos, podía sentir la mirada perdida y ausente de aquel, así como él.

Sin saberlo, estaba sonriendo, al notar la curiosa mirada del pelinegro, giró absolutamente todo su cuerpo y salió del tren en esa parada, sus mejillas ardían y aseguraba estar rojo como tomate.

Se quedó unos segundos en la parada —ya fuera del tren— donde estaba la puerta y tocó sobre su pecho, donde se encontraba el corazón, se sorprendió él mismo. Su corazón parecía desfrenado, avisándole lo vivo que estaba y se sentía. Como por un momento aquel vacío no se sintió tan vacío.

Por otro lado el pelinegro le miraba a través del cristal de la puerta, aquella ya se había cerrado y Jisung no se atrevía siquiera a girarse.

Jueves. - Minsung. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora