Jueves. - Minsung.

04.

Marzo — Jueves 4 del 2004 ; 07:20 pm.

Parado frente a donde debería de estar llegando el tren de siempre —al menos de éstos días— observa su reloj por décima vez y suspira.

Ha estado diez minutos ahí, pero a él se le hacen eternos.

Ve como alguien se acerca y mira de reojo, cuidando ser cauteloso con una mirada indiferente.

A dos personas de él está el chico —el cual acaba de llegar— parado, tomando un café al parecer del starbuck's, aquel siempre llega primero y ahora ahí está.

Se da cuenta de que subirán por la misma puerta por primera vez al ver llegar el tren.

Entra siendo levemente empujado por algunas personas —no muchas— y siente un escalofrío a su lado, donde cuando gira un poco su cabeza, ahí está el pelinegro y al avanzar el tren estuvo a punto de caer, toma rápidamente el tuvo de enfrente y siente como su cuerpo reacciona y tiembla levemente al sentir el roce de la suave piel del pelinegro chico. Aparta su mano colocándola en otro lugar y también aparta un poco su cuerpo de ahí, pero el tener a sus espaldas un caliente aliento casi sobre su nuca, no se mueve ni un poco. La comodidad que le brinda la presencia del otro le hace delirar y temblar en su mismo lugar. Siente como si estuviese acostumbrado a ello, o al menos podría acostumbrarse a ello. No está seguro pero sabe que aquello no es simple casualidad, no es algo que sientas a diario sin conocer a una persona. Aunque siente una extraña familiaridad y ese cosquilleo incesante por sobre todo su cuerpo, sabe de antemano que no había visto a ese chico nunca, a pesar de que se sintiese así, sabe que no le había visto nunca hasta hace unos días.

No quiere moverse y no piensa hacerlo hasta que el tren se detenga en su parada.

Por un costado había un pequeño metal con el nombre de aquel chico.

Jisung pensó que su nombre era tan hermoso como el mismo pelinegro.

Lee Min Ho.
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Y antes de bajar le entrega una mirada de tanta sinceridad y cariño, que hace al pelinegro sonreír.

Jisung siente irreal todo, no creía que hubiese ese tipo de personas que tuviesen ese efecto. Aunque él había hablado de eso y repetido un montón de veces cuan real puede ser, no se creía que le hubiese pasado. Ahora tenía justificación, por experiencia propia.
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De frente tu y yo, va y viene el silencio..