Capítulo 26

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-¡Goshi! -gritó aliviado el peli plata.

-¿Ferid?... ¡Ferid! ¿D-? -el aludido comenzó a hablar.

-Estoy en tu cabaña, Crowley me secuestró y lo deje inconsciente. Estoy herido. ¡Manda ayuda, por favor! -gritó desesperado.

-T-tranquilo... Vamos en camino -dijo.

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Despertando de aquel golpe en su nuca que lo dejó inconsciente, los rubíes de Crowley vieron que estaba atado y amordazado, además de que estaba sentado en el sillón. Miraba a todas partes y vio a Ferid sentado en un banco alto. De su muslo salía sangre, pero no era mucha, parecía que estaba controlada.
Suspiró como un enamorado, quiera abrazarlo, pero había quedado inmóvil. Sus muñecas y tobillos están atados. Decidió retorcerse para tratar de llamar la atención del pelilargo.

Ferid lo vio, pero luego lo ignoro. No podía olvidar aquel dolor en su trasero, ni mucho menos aquella escena donde lo obligaron a tener sexo anal.

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Tanto ruego para que le liberarán, no fue suficiente para Crowley.

Lo volvió a atar a la cama e incluso lo amordazó.
Su respiración era irregular. Su corazón latía rápidamente. Su anatomía temblaba de miedo.

Cerró sus ojos con fuerza. Escuchó la risa de Crowley, le dio asco. ¿Cómo una buena persona puede cambiar tanto?
Su ano fue preparado, la gran verga del pelirojo invadió su interior. Gritó adolorido. Esa cosa entraba y salía sin piedad.

Pedía a gritos que parara, pero sabía que él no le escucharía.
El espeso semen del más alto se esparció por parte de su interior. Esa cosa salió y sintió alivio, aunque ardía un poco.

Crowley lo desató, el ojirubí más bajo intentó escapar dándole la espalda, pero el mayor malinterpretó su acción. Lo tomó con firmeza de las muñecas y volvió a meter su miembro nuevamente.

Cuando lo cambiaba de posición, lo penetraba sin compasión.

Su interior se estaba desgarrando, su cuerpo estaba doliendo más de lo usual; hasta que por fin, su tortura terminó, dejándolo algo inconsciente.
Sus párpados bajaron hasta dejar de mostrar sus ojos.

-Te amo y... -fue lo último que escuchó. Solo deseaba poder descansar y cayó en un profundo sueño.

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Crowley gritó intentando llamar la atención de Ferid, pero por no fijarse bien, su rostro golpeó el suelo. Soltó un quejido de dolor.
Creyó que el pelilargo le ayudaría, pero este solo le miraba indiferente.

-¿Qué? Tú tienes la culpa -desvió su mirada hacia la ventana.

Las sirenas de la policía y ambulancia se escuchaban más cercanas. Las luces rojas y azules iluminaron el cielo nocturno e inundaron la sala.
Goshi entró con varios oficiales, detrás de él salió Chess llendo directo a la pelilargo.

Ferid se bajó del banco, dispuesto a ir a la ambulancia con ayuda de su amiga. La peli púrpura pegó un grito, en el asiento del mueble estaba manchado de sangre. El ojirubí giro a ver el asiento. Sentía frío y sudaba de la misma manera.
Su pierna derecha perdió el equilibrio e hizo que este se cayera perdiendo el conocimiento. Chess lo atrapó antes de que tocará el piso y se lastimara más.

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El moreno fue delicado con su madre, dijo que Ferid no se encontraba en la veterinaria y que ya comenzaron a buscarlo. Pero al poco rato, una llamada había entrado en medio de la plática, dándoles la buena nueva de que Ferid ya había aparecido pero estaba herido.
Los tres suspiraron aliviados. Pero la tranquilidad se fue al carajo.

Friends, Boyfriends And Brothers↬◤мιĸαyυυ◢ [Concluida]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora