Pareja | Xicheng

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Sus respiraciones eran una vez más tranquilas, aquellos cuerpo seguían unidos pero separados, sus rostros estaban rojos y sudados.

— Jiang Cheng en serio me amas?

El rostro del menor expresaba todas las emociones existentes, desde un gozo total a una preocupación mínima, pero sobre todo se veía avergonzado. Sus ojos se empezaban a poner brillosos por ligeras lagrimas que amenazaban con salir.

— Yo...claro que te amo idiota!

De nuevo estaba ahí su característico genio, pero no sé le podía tomar en serio con aquel rostro y aquellas fachas. Lan Xichen acarició con cariño las mejillas tibias del menor hasta posar sus pulgares en aquellos ojos almendras para limpiar las lágrimas,  para luego acariciar sus abultados labios hasta subir de nuevo a acomodar los mechones desordenados atrás de su oreja dándole una vista amplia de aquel rostro del cual había caído enamorado hace mucho tiempo durante una batalla.

— Me alegra escuchar eso; A-Cheng tu en serio quieres terminar conmigo? Si es así no te détendre, de lo contrario seré yo quien no me controle.

— Lan Huan...yo creo que en serio te amo, pero no sé si tú me amas. Es complicado aún para mí pensar que estoy con alguien como tú, pensé que sólo era un capricho tuyo

— Acaso no has escuchado nada de lo que te he dicho? A-Cheng tú, y solo tú eres lo más preciado para mí en este momento, así como tú, veo mil defectos en mi pero el solo estar contigo me hace muy feliz...

Lan Xichen jalo a Jiang Cheng hasta sus brazos sentandolo sobre sus piernas estando aún unidos por "abajo" enviándole un escalofrío por su columna al menor. Lo abrazo fuertemente entre sus brazos escondiendo el rostro del Jiang en su cuello empezando a acariciar el negro y algo ondulado largo cabello. Sentía de aquella forma el palpitar continuo y semi-frenético de ambos corazones tan cercas. Las manos de Jiang Cheng solo se aferraban de los hombros del mayor sintiendo como su interior apretado empezaba a palpitar.

— Todo fue mi culpa, pensé en ti como un Lan, sin pensar en tus sentimientos...me importas tanto A-Cheng, no hay nada que no me guste de tí, amo tu cuerpo, tus ojos, tu rabia y cada cosa que te rodea...no soy tan bueno como crees.
Si de mi fuera no te dejaría ir de aquí, te encerraría en mi habitación para protegerte de todo mal...aunque al final del día yo fuera todo lo que está mal.
Por qué, diablos te quiero ensuciar en todos los sentidos Jiang Cheng.

Aquella confesión había sido demasiado para Jiang Cheng, quizá era todo lo que quería escuchar y mucho más, su corazón no paraba de latir entrecortada mente, si seguí así se moriría de vergüenza.

— A-Huan...por favor ya no digas nada...yo-en serio no me quiero ir de tu lado. No puedo pensar cuando estoy contigo y siento que soy mejor persona por tí, A-Huan.

El rostro de Jiang Cheng se enderezó buscando la mirada contraria, se cargaba un gran sonrojo y sus ojos aunque ya no lloraban se seguían viendo húmedos e hinchados con un suave tono rojizo por debajo.

— Perdon por haberte obligado a hacer esto, la irá me llenó al pensar que te había alejado de mi parte, fuí impulsivo lo siento.

— En serio eres un idiota A-Huan...

Jiang Cheng aflojó su agarre de los hombros fornidos para enrollar sus brazos sobre el cuello del mismo teniendo un contacto más cercano, el estómago de Jiang Cheng estaba lleno de regocijo por aquellas palabras, una sutil sonrisa apretada se hizo presente en su rostro mientras sus ojos se fijaban en los labios rojizos del Lan.

— Dime...¿Qué tanto es lo que pensabas hacerme?

Xichen soltó una suave risa llevando sus labios una vez más sobre los otros, había sido un beso suave, lleno de dulzura y cuidado.