Historia inspirada en las películas de la bella y la bestia.
Tanto de la versión francesa y la versión de Disney.
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Primer libro de la saga Disney.
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Todo el miembro de la bestia se encontraba mojado por la saliva de Taehyung, quien lo lamía con mucha devoción.
—Lo estás haciendo muy bien, pero ya quiero enterrarme en ti—
—Yo también— gimió cuando la bestia lo acostó y abrió sus piernas para colocarse entre ellas.
—Lo haré lento— jadeó cuando empezó a meter su miembro en el pequeño agujero que parecía sufrir por recibirlo dentro.
—¡Ahg! Duele— mordió sus labios, no dolía tanto como la primera vez pero aún le hacía llorar.
La Bestia se encargó de llenar su cara y pecho con besos, susurrándole sentimientos tiernos en sus oídos.
Estuvo así por unos minutos hasta que Jungkook empezó a salir y entrar despacio, analizando los gestos del menor, procurando que no le doliera demasiado.
—Ah~ se siente delicioso— gimió arqueando su espalda.
—Dios... Bebé recién empezamos... te haré sentir como nunca—
Jeon salió casi por completo dejando solo el glande dentro, luego se empujó con fuerza. El gruñido del mayor y el grito del moreno se escucharon por casi todo el castillo.
Para este momento poco les preocupaba ser escuchados.
Kim sollozaba y gemía cada vez que el pene de la bestia entraba de golpe golpeando su punto P. Y Jeon Gruñía cuando al entrar hasta el fondo el interior del de cabellos chocolates se contraía ahorcando su pene.
Jungkook salió de Tae y lo dio vuelta, dejándolo en cuatro y con las piernas abiertas. Antes de entrar pasó su lengua desde la nuca hasta el comienzo de las nalgas, las mordió un poco fuerte y luego dio una caliente lamida al ano.
—Ah~ por favor...—
—Ya va mi vida... no seas impaciente— besó los cabellos chocolates de su cabeza y se adentró en el interior del mismo.
A partir de aquí, todo se volvió salvaje... cambiando de posiciones con cada orgasmo del menor, el pobre morocho sentía que se desmayaría en cualquier momento, su garganta ya le dolía por todos los gritos y maldiciones que soltaba, sus piernas ya se habían dormido por lo que la bestia puso unas almohadas debajo de su cadera para elevar su culo. Taehyung no podía creer que Jeon solo había tenido un orgasmo en lo que llevaban teniendo sexo, por su parte ya había tenido como 6, pero la bestia no parecía cansarse... al contrario parecía que desde el primer orgasmo había perdido todo rastro de cordura, ya que no dejaba de embestir y gruñir como un animal.
—¡Dios voy a correrme Taehyung!— las embestidas se volvieron rápidas y fuertes, se corrió un fuerte rugido.
Salió del interior del menor que temblaba por su séptimo orgasmo. La bestia se acostó aún lado de él y cuando creyó que todo había terminado la gran criatura en un par de segundo lo posicionó con su cabeza frente el gran miembro y con su culo en la cara del mismo.
