TWENTY TWO

402 29 0
                                    

- ¿Puedes mirarme al menos?

- No, sigo enojado contigo - Cruzó los brazos.

- Por favor, te dije que lo sentía, fuí un idiota total y ya me disculpé - Comenzó a jugar con sus deditos.

Jooheon soltó un suspiro y miró a Jimin sintiendose nervioso de repente.

- Ok, mirame Jimin - Joo trató de desviar la mirada al instante que el pastelero parecía destellar al darse cuenta que ya no lo ignoraría - Escucha yo... te perdono por lo ocurrido hace minutos, pero no entiendo porque querías hablar conmigo con tanta urgencia.

- Oh, sobre eso... - Timidamente rascó su nuca - Lamento ser tan idiota, no suelo tener tantos amigos y me espanté pensando que querías aprovecharte de mí.

- ¿Qué te hace pensar eso?

- Por mis experiencias pasadas - tomó aire - Talvez pienses que soy un idiota, estoy generalizando por mis experiencias pasadas y se supone que maduré pero no puedo evitar sentir miedo, en verdad lo lamento...

- Tranquilo, no te precionaré a hablar de ese tema - Con inseguridad rodeó su brazo al rededor del cuello de Jimin - Yo... estaré para ti.

- Ya estas muy cursi - Jimin soltó una risita.

- Si, como sea - se alejó de inmediato - eres experto arruinando momentos lindos.

- Ya hasta haces pucheros - No pudo aguantar la risa y comenzó a carcajearse - Ya, no te enojes, tratemos de confiar en el otro ¿Sí? Justo ahora necesito un amigo en quien confiar.

- No me convences... - Tomó una postura demandante - Pero la verdad esque me agradas y tu compañía me alegra el día.

- Eres tan tierno - soltó pequeños aplausos - entonces... ¿Quieres un pastel? Yo invito.

- De chocolate por favor - ambos comenzarón a caminar.

- Chocolate será, tengo las llaves de mi tienda y podemos entrar con libertad.

- Entonces apuremonos - En ese instante se percató de algo que talvez ni notó en el acuario, Jimin estaba distinto, parecía un modelo salido de un catálogo de revistas - Debo preguntar ¿Qué pasó?

- ¿Eh? ¿A qué te refieres?

- A tu vestimenta, estas... distinto - No sonrojarse era casi imposible por la apariencia del tierno pastelero que ahora parecía un modelo.

- Un pequeño cambio, en lo particular a mi me encanta ¿Tú que opinas?

- Te sienta bien supongo...

Y así llegarón a la pastelería, entre charlas triviales y risas compartidas, ambos eran concientes de la gran química que poseían como amigos, probablemente dando paso a una linda amistad.

O al menos eso pensarón en un inicio...

NL

UNHAPPY ◾YM◾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora