花の言葉 • "HANA NO KOTOBA" [Asagiri Gen x Lectora]

° Lycoris Radiata

La noche estaba de maravilla y una vez más como era de esperarse el bicolor al que tanta gente aplaudía se reverenciaba frente a ellos en tal lujoso escenario agradeciendo a cada espectador el haber presenciado su presentación, estaba cansado y su garganta ardía un poco al estar seca por lo cual al bajar del lugar hacia la parte trasera una botella de agua helada fue lo primero que ingirió. Retiró el saco de su cuerpo arremangando su camisa mientras secaba su frente y se colocaba frente al ventilador donde su esencia se hacía presente en toda la habitación.

El sonido de unos nudillos chocando contra su puerta se hicieron presentes haciendo entender si tenía autorización para entrar a lo cual fue permitido por el joven que sus labios dejó salir un cansado "adelante" haciendo pasar al hombre de alta estatura conocido como su manager y una señorita de delgada complexión a su lado quien sostenía entre sus manos una cámara fotográfica.

--Tu fotógrafa tiene muchas fotos de tu presentación, todas son buenas pero necesitamos que elijas cuales se publicarán en el periódico este martes.

--No hay problema

La chica con quien compartía una cercana amistad se acercó al joven mientras lo felicitaba por su asombrosa actuación de hoy, había logrado impresionarla más de lo ususal. La cercanía entre ambos hacía perder la calma en sus nervios y con un torpe intento de disimular el temblor en sus manos presionaba cada vez más rápido el botón del aparato observando de manera rápida cada fotografía, su frente sudaba y sus mejillas se teñían de un tono más cálido en su pálida piel como si de acuarelas extendiéndose en un lienzo se tratase.

La chica no pudo evitar preguntar si este se encontraba bien, habían retratos donde el ángulo era inusual captando una imágen perfecta del chico las cuales apenas se detenía a observar, el contrario tragó con dificultad y nerviosismo haciendo que una extraña sensación le revolviese el estómago; desde las 3:00 de la tarde antes de su acto que no comía nada, lo más probable era que 2 horas después su cuerpo comenzara a pasarle la factura.

--Es el cansancio supongo, me sentiría mejor eligiéndolas mañana ¿te parece?

La fémina dirigió su mirada hacia Nakamura pues era él quien tomaba las decisiones, en el rostro de Gen se notaba la necesidad de dormir y descansar a lo cual el mayor decidió aceptar esta vez dejandolo solo luego de que ambos se despidieran del chico.
Era época de otoño donde el frío comienza a hacerse notar un poco más, a pesar de estar la mayor parte del tiempo practicando sus trucos o en presentaciones no hubo día en que Gen no compartiese sus conocimientos sobre flores a la chica sin importar no tener a la mano alguna de ellas ya que rara era la planta que florece en esa parte del año a excepción de una de ellas donde Septiembre la recibe con los brazos abiertos dejándola mostrar su belleza y particularidad totalmente contraria a su significado.

Los ojos de la chica se iluminaban al escuchar de parte del joven todos los significados y mensajes que las flores nos dejan cosa que no pasaba desapercibida por el varón, los ojos son la ventana hacia el alma y al ser un mentalista se le era más fácil saber con facilidad lo mucho que ella disfrutaba esos momentos ¿pero qué hay de él? Siempre se enfoca en ella dejandose a sí mismo de lado lo cual puede ser muy malo en ocasiones.

"¿Quién soy yo para enamorarme? Si tu amor no es para mí"
Se repetía incontables veces en su cabeza, se resignaba tan rápido sin siquiera intentarlo porque ella era todo lo opuesto a lo que había conocido, que sin buscarla había hallado la flor que se hacía ausente desde hace mucho en su jardín.

Necesitaba un respiro, el estrés lo estaba consumiendo y en consecuencia pequeños síntomas se hacían presentes en su cuerpo. Su naríz picaba al igual que su garganta la cual lo hacía toser de vez en cuando proveniente de la alergia a climas fríos que lo acompañaba desde pequeño las cuales días después fueron acompañadas de náuseas, mareos y dolencias estomacales. Al principio no fue un problema, nada que un par de días de descanso y pastillas no pudiesen resolver y al mantenerse en tratamiento luego de un tiempo estaba listo para uno de sus actos el fin de semana, se sentía mucho mejor a lo que no fue necesario que el tratamiento continuara.

Media hora faltaba para que su presentación terminase, sus manos se movían como el profesional que era haciendo cada segundo entretenido pero intrigante para la vista, los flashes de las cámaras de los medios se reflejaban en su rostro siendo esto quizás lo que hizo que otro mareo lo distrajera por completo; su cabeza dió vueltas al igual que la sensación en sus ojos y trataba de tomar el control lo más que podía ocultando su malestar a la gente donde el tiempo comenzó a hacerse eterno. Esa no fue ni la primera ni la última vez donde los malestares inesperados invadían al joven sin aviso, donde inmediatamente al terminar su trabajo se encerraba en el baño intentando calmar sus náuseas a la vez que envolvía su abdomen entre sus brazos sintiendo como si lo apuñalasen en el acto.

Las semanas pasaron y según el doctor a su cargo una sustancia venenosa era la culpable de cada inquietud en su organismo recetándole una medicina que lograría ayudarlo. Todos quedaron desconcertados ante el diagnóstico dado lo que los llevó a creer que el muchacho podía tener problemas con las drogas o un tema similar lo que los llevó a vigilarlo más de cerca y a pesar de ello y las medicinas nadie sabía lo que ocurría, habían días de desxanso donde nada lo molestaba a excepción de una tos que hace un par de días se había vuelto a hacer presente pero luego de distraerse y pasar algo de tiempo al lado de su amiga todo empeoraba en lugar de mejorar y los pasos que avanzaba los retrocedía el doble. Las náuseas e incomodidades respiratorias crecieron al punto de pausar todo su trabajo y llevarlo a reposo total en su cama, su estómago dolía y solo era cuestión de tiempo para que los vómitos aparecieran, lo hacía tan seguido que creían que ya se debía a algo más mental pero si era tan superficial ¿por qué se sentiría disgustado con su apariencia o su peso?

3 semanas habían pasado y al igual que el otoño su enfermedad avanzaba sin ninguna explicación médica o respuesta hasta cierto día. Su sueño fue interrumpido bruscamente por otro dolor en su abdomen el que lo llevaba a retorcerse entre las sábanas dejándolo sin habla permitiéndole apenas poder ir hacia el sanitario a hacer lo que debía ¿cómo podía vomitar tan seguido si su estómago se encontraba vacío? Pero antes de jalar la cadena al fin la tenía, la respuesta a las dudas que rondaban por su cabeza al ver en medio de su desastre como se asomaban entre pistilos y estigmas pequeños pétalos rojos característicos de la estación, llevó su mano hasta sus labios para cubrir su tos la cual entre manchas de sangre divisó filamentos de tonos rojizos.

Una aguja se encontraba insertada en su mano y brazo derecho donde varios líquidos le ayudaban a no perecer, nadie lograba creer lo que el joven con desesperación les contaba haber visto, todos esos pétalos sangrientos producto de su "Higanbanitis". Y asi como no hubo dían en que faltaran las lecciones que tanto disfrutaba no hubo día en que la figura de la fémina no se hiciera presente en los pasillos del hospital, a su lado pensando que con su ayuda podría curarse cuando en realidad hacía lo contrario sin saberlo; al hablar con ella sus síntomas aumentaban volviéndolo tan frágil y vulnerable como una flor hasta que al tomar entre sus manos su delgado rostro, colocar en su frente un beso esperanzada de volver a la normalidad rompió en llanto ante el recto sonido de la máquina a su lado marcando el momento justo donde su respiración era cortada por el jardín creado en su interior.

Gritó en seco levantándose del colchón llevando su mano hasta la garganta la cual sentía obstruída por sugestión, su pecho iba de arriba a abajo con rapidez tratando de borrar aquel sabor metálico que sentía en su boca, su cabello empapado en sudor se pegaba en su frente y nuca incomodándolo al incorporarse; observó entre la oscuridad su habitación donde el reloj marcaba las 2:37 de la madrugada del día martes a solo 4 horas de tomar su vuelo para ir de gira lo cual había olvidado. La imágen de la castaña entró en su cabeza dándole una sensación distinta a la que tuvo la última vez con ella dando una taquicardia inesperada pero llena de emoción en su pecho.
¿Nunca han tenido esos sueños que los hacen abrir los ojos y reaccionar?
Atreverte donde en medio del silencio y la oscuridad te sientes capaz de cualquier cosa pero asustado que al despertar de nuevo toda esa sensación simplemente desaparezca.

Sentía que si en el lenguaje de las flores faltaba el Hanahaki simplemente este libro estaría incompleto
Espero les haya gustado dejando sus votos y comentarios uwu