No puedo.

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Estuve mirándole por encima de la carta que tenía sobre mis manos.
Se le notaba que movía su pierna, supongo que de los nervios, pero no entendia por qué estaba tan nervioso, no creo que me oculte nada.

- ¿Y bien? - Bajé la carta, mirándole fijamente a los ojos. Noté que miraba a todos los lados, me daba la sensación de que era alguien muy cercano a Justin...

- Bueno, ella es una modelo de Estados Unidos, es una de las modelos que hizo un video conmigo, la de Boyfriend, estuve medio saliendo con ella y da la casualidad que en el aeropuerto de Canadá la encontré y en este aeropuerto también. 

- ¿Y hace cuánto fue eso? - Le pregunté, no estaba como una psicópata celosa por saber quién era esa muchacha, pero sí, tenía curiosidad.

- Hace ya dos años, hace mucho tiempo, sólo fue casualidad que nos encontremos hoy en los dos aeropuertos. Bueno ¿Y qué vas a pedir? - Me miró con esos ojos color de miel, tan hermosos que ni siquiera me di cuenta que quería cambiar de conversación.

- La verdad es que con una ensalada con salmón ahumado, que creo que es lo que pone aquí, porque francés, mucho no entiendo, después de todo lo que acabamos de pasar, con tus fans mucha hambre no tengo.

- Lo siento mucho ____, esto se me ha ido de las manos, estaba seguro que no me conocía nadie de aquí, o casi nadie. Espero que esto no te cause problemas-. Se le veía algo nervioso, yo también esperaba a que esto no sea un problema, pero de momento estoy tranquila, ni mi padre ni mi madre se han enterado.

- No es un problema Justin, es algo diferente en mi vida, si pienso estar contigo, debo acostumbrarme, no tienes que sentir nada.

Llegó el mesero y nos tomó nota. Yo pedí una ensalada con salmón ahumado y el pidió: pollo, patatas, costillas... Bueno, pidió de todo, ¡Qué glotón!

Estabamos comiendo callados, con el murmullo de la gente, de fondo también se escuchaban como sonaban los cubiertos con los platos.

Yo miraba de un lado a otro lado, viéndo como habían señores comiendo, riéndo, hablando...

- Hablame de ti ____, ¿qué haces para divertirte? Supongo que tienes amigos ¿no? - Dijo él, con su sonora voz, interrumpiendo mis pensamientos.

- Bueno, en realidad amigos, amigos, no tengo, más bien tengo compañeros de clase, pero, sí, tengo una mejor amiga y para divertirme, leo, leo muchísimo y no hago nada más. ¿Y tu? ¿Qué haces para divertirte? - Dejé mi tenedor en el plato para ponerle atención a ese Dios Griego.

- Últimamente he estado ocupado, ya sabes, la discografía, ensayar, componer. Es demasiado difícil poder salir a dar una vuelta, cuando ya te vuelves un poco "famoso" todo el mundo quiere estar contigo y no sabes si es por que quieren o por interés, ¿me entiendes?

- Sí, supongo que lo entiendo. Debe de ser horrible no poder siquiera ir a por el periódico a la esquina. ¿no?

- Sí, no puedo salir a ningún sitio sin escoltas, sobre todo en Canadá, y aquí en Madrid, no pensé que esto iba a ocurrir. Todo esto ha sido tan drmático, me da miedo perderte por todo esto.

Hubo un silencio después de lo que me dijo Justin, no estaba tan segura ahora de querer estar con el, pero a la vez sí. Dios mío, esto es un sin vivir...

Acabamos de comer y Justin pagó, no pude divisar cuanto tuvo que pagar, pero seguro que una millonada.

- Justin, creo que ya ha sido mucha molestía de tu parte, no quiero que pienses que estoy abusando de ti -  Le dije, cogiéndome de las manos, haciéndolas un puño.

- Por dios ____, ¿cómo puedes decirme estas cosas? Quiero pasar contigo todos los días, quiero estar contigo a cada minuto, me da igual que pienses que soy un pesado que quiere estar contigo, pero por eso he venido porque me moría estar lejos de ti.

En la puerta del restaurante nos dimos un beso fugaz, nos dio igual si nos tomaban fotos, si nos preguntaban cosas, ya nos daba igual. 

Menos mal y con muchísima suerte no nos vio nadie, me pareció increible.

- Vamos, cojamos un taxi, yo pago, quiero llevarte a un sitio que queda en mi barrio - Le dije, alzando la mano para coger un taxi.

Le quería llevar a un pequeño bosque que quedaba al norte de mi barrio, se llama "Remedios". Se llama así porque hay una pequeña basílica donde está la virgen de mi pueblo "Virgen De Los Remedios".

Subimos al taxi y me dejó pasar a mi primero, como un caballero que es. 

Se sentó al lado mío, cogiéndime de la mano, apretandomela fuerte, mirándome con aquellos grandes y bonitos luceros de color miel, cada vez que lo miraba me enamoraba...

- ¿Qué miras? - Me dijo, con ese leve color rosita en sus mejillas, que daban ganas de apretarselos como si fuera de plastilina, quiero morderlos.

Me quedé por un rato sin contestarle y me miró con una carita como para que le contestase.

- Doy gracias a Dios por dejarme conocerte, esto puede que sea una locura, pero me encanta.

En el trayecto estuvimos en silencio, pero agarrados de la mano, sin soltarnos, mientras veíamos cada uno por su ventana del coche. Ya no llovía, estaba nublado y se podía ver el campo seco por el inverno, pero aún así, todo era precioso.

Tardamos en llegar al pequeño bosque unos 30 minutos. El conductor nos dejó justo en la entrada del bosque, olía a humedad, esa humedad que se juntaba con las hojas del árbol, que hacía una mezcla de aroma perfecta.

- Woow, este sitio es precioso ____. Tendrías que haberme llevado desde un principio - Bromeo.

- No te traje porque a lo mejor no querías, por el viaje, pero lo pensé mejor y aquí estamos. Dentro de poco va a anochecer, asi que si queremos dar una vuelta por aquí, debemos empezar pronto - Dicho esto, me cogió de la mano y empezamos a andar. No teníamos las mejores ropas, ni los mejores zapatos para hacer una pequeña excursión, pero eso era lo de menos.

El bosque estaba adornado de sus hojas marrones oscuras y amarillos claros, restos del otoño, colores perfectos. 

El suelo estaba mojado con hojas pegadas, sólo oíamos el silencio, no hacía falta escucharnos, no era un silencio incómodo de esos, al contrario, sobraban las palabras. 

Había un pequeño barranco, donde había un muro, donde nos sentamos a esperar el anochecer.

- Justin, no sé cómo agradecerte todo esto, de verdad - Musité, mirándole a los ojos que complementaban con los colores del anochecer.

- No me tienes que agradecer nada ____, esto lo hice y lo hago por estar contigo, por nada más. Me he dado cuenta que puedo estar con una persona que no me haga sentir incómodo, que puedo estar con ella horas y horas y no soy capaz de aburrirme, aunque falten palabras, sé que no las necesitamos... No sabes cuánto te llevo esperando _____, aunque tenga 20 y parezca que haya vivido poco, te llevo esperando mucho tiempo ____ - 

Le cogí de las manos y empecé a besarselas, a tocarle las manos, parecía de porcelana de lo blanco y suave que es. Levanté mi mano izquiera y empece a formar hoyitos en su cabello dorado con mis dedos, era como tocar unas suaves plumas de un canario, me acerqué a su pelo y me cubría como lluvia de caricias, era perfecto.

- _____, no sé si recuerdas que un día, cuando hablábamos por cámara, te dije que si querías ser mi novia virtual.

Dios mío, no me lo puedo creer.

Asentí.

- Ahora que estoy aquí y decidido a no querer a otra persona que no seas tu, ______, ¿quieres ser mi novia?

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HOLA MUY BUENAAAS!!! :D:D:D:D

Lo siento por haber tardado tantísimo en subir un capítulo, pero he estado muy mal todo este mes, espero que estéis bien y os cuideis muchísimo.

Espero que os guste el capítulo, algún u otro comentarío dejadlo aquí abajo, allí te espero y sígueme, te seguiré de vuelta.

BESOS! <3

Una relación en una red social.  (Justin Bieber and TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora