Código 10-29

Sin sentido

El 20 de abril de 2020 Mike llega a su piso alquilado en la ciudad de Los Ángeles. Con la distancia perfecta para no ser un lugar muy transitado pero tampoco estar lejos del centro. Sin embargo, él se encuentra nervioso. Sabe que va pillado de dinero, y que con lo que tiene sólo le da para una semana o como mucho dos. Tiene que encontrar un trabajo cuanto antes o tendrá que verse obligado a recurrir a sus padres, algo que odiaría.

Pero en este momento su tarea es ordenar todas las cajas que se trajo de la casa de sus padres. Tras estar toda la tarde y la mañana siguiente repartiendo objetos por su piso, por fin termina y va a hacer la compra. Por la tarde, acude a tres entrevistas de trabajo que encontró por internet y vuelve agotado. Tres días pasan entre entrevistas, paseos e ir al gimnasio al que se ha apuntado, cuando por fin le llaman de un trabajo a 20 minutos andando de su casa. Mike no posee ningún vehículo, por lo que le venía bien que no estuviese muy lejos. Su trabajo consiste en atender llamadas de dudas que tienen las empresas clientes sobre un programa diseñado para llevar todas las cuentas de la empresa. No le parecía muy interesante pero aún así quería limitarse a sobrevivir por el momento y a estabilizar su situación.

Sin embargo los días comenzaban a pasar, y así los meses. Cada mes llegaba justo a pagar el alquiler, y gracias a la paga extra de un mes y a sus ahorros anteriores, se compró una moto de segunda mano. Pero comenzó a perder el sentido de la vida. Sus compañeros de trabajo eran unos simples idiotas. Solo Juan, un mexicano que había emigrado a Estados Unidos hace 10 años le caía bien, y su jefe era agotador. Todos los días se resumen en madrugar, ir a trabajar, volver, ir al gym y dormir. Nada más, nada interesante. Durante sus días libres se pasaba mirando la tele pero sin entretenerse, y durante los cinco meses solo salió una vez y fue para una cena del trabajo. Mike cada vez estaba más delgado, no le apetecía ninguna actividad y ya iba al gimnasio casi por pasar el tiempo. Comenzó a distanciarse de sus padres, a volverse más callado e incluso a parar de pensar en cambiarse de trabajo. En resumen, paró de vivir por un tiempo.