Nuestro amor [Kookjin]

capítulo 6

POV. OMNISCIENTE

Juntaron sus labios en un beso hambriento en dónde sus lenguas luchaban por dominar. Con una estocada por parte del imponente alfa en medio de sus piernas, Jimin se corrió en sus estómagos haciendo que sus músculos internos se contrajeran y apretara el gran pene.

El alfa gruñó por eso y con unas cuantas embestidas más se corrió en el interior cálido de ese hermoso omega.

Con las respiraciones entrecortadas se recuperaron del orgasmo reciente y de un solo movimiento el alfa pelirrojo salió del omega haciendo a este gemir por lo sensible que estaba, se acostó a su lado y cogiendo una cajetilla de cigarrillos que estaban en la mesita de noche comenzó a fumar.

--Me iré a Seúl en unos días.

--Posó su antebrazo en sus ojos mientras exhalaba el humo fuera de sus labios - ¿Porqué te vas?.

--Girando para darle la espalda y fruncido su seño - Porque voy a buscar a mi alfa.

--Pensé que yo era tu alfa destinado Jimin - alzó una ceja y dando una sonrisa de lado se burló - O eso me dijiste mientras te follaba en el apartamento de mi novia el día en que te conocí.

--La tipa era una zorra Taehyung - se giró y de un solo salto ya está en el regazo del pelirrojo, justo abajo de su entrepierna medio dura - Y que seas mi destinado no te hace mi alfa, idiota.

El contrario sonrió por esas palabras y de un movimiento se enterró en la cavidad apretada del lindo omega, Jimin gimió fuerte y clavo sus uñas en los pectorales del alfa.

--Que bien que pienses de esa forma cariño por qué yo tampoco te quiero como mi omega - y con eso comenzó a mover sus caderas para la tercera ronda de la noche - Hay alguien mucho mejor para marcar que un omega que le habré las piernas a cualquiera como tú cariño.

Con esa última frase lo atrajo hacia él y lo beso.

Seguro parecía un idiota sonriendo de esa forma pero a quien le importa eso cuando está tan feliz viendo cómo ese precioso beta come feliz lo que él con mucho esfuerzo pudo preparar. Estaba seguro de que no era la mejor comida del mundo pero aún así Jin la comía con mucho gusto y eso puso a su lobo muy feliz al poder alimentar a quien el veía como su pareja.