Sólo un envase vacío

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Me rodeo de hermosas personas, refinadas y ricas. Todas estas personas parecen sacadas de una revista de modelos y me siento en casa, después de todo es lo que soy y aquí es donde pertenezco.  

Únicamente soy una buena cara del montón con la única diferencia de que tengo siempre una puta  y difícil batalla interna cada dos por tres. Dos ideales, ninguno lo suficiente bueno como para resultar compatible con mis falsas amistades del momento pero que viven en mi mente y luchan por salir. Desean tener la luz tanto como yo deseo la sangre y eso suele ser peligroso para todos nosotros.

Sin poder soltar toda esta porquería, me siento explotar y mi ansiedad me hace desear un cigarrillo. Perdición, perdición solo en algo alma y cuerpo están de acuerdo, necesitamos olvidarnos del dolor sea como sea pero AHORA.

Maldición nada de sexo, comida, lujos complace mis ganas de volver a manchar mis manos con sangre y necesito parar de parecer una maldita desesperada, la falsa falta de sentimientos es algo que nos distingue. Si pareces vulnerable serás cazado, puesto que la muestra de sentimientos buenos o de debilidad es aprovechada por el mejor postor y terminas lejos de toda lo que ofrece pertenecer a la burguesía.

Nunca ha existido peor castigo que ser miserablemente pobre económicamente, puesto que somos seres tan pobres de espíritu no podemos perder lo único que nos queda; el dinero gobierna nuestras formas de ser.


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