Capitulo 6

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Será imbecil, ¿quien se cree que es para darme órdenes?, lo peor es que huía del él, si se lo dice a mis padres ahora no sé cómo terminaré....

— ¿ Quieres soltarme ? Me estás lastimando
— Ahora vendrás conmigo Jhuliana, o de lo contrario creo que tendremos problemas, no quieres arruinar los negocios de nuestros padres o si?, como sea pero tienes que venir conmigo porque te conviene de lo contrario estarás en problemas.

Imbecil, lo peor es que tiene razón... no quiero ocasionarle problemas a mis padres.

Tengo dos opciones, la primera sería salir corriendo y montarme en el auto de Ana, y la segunda sería hacer lo que él diga. Creo que no me queda más opción...

— Eres un grandísimo entupido, mejor ve a comerte a una chica por ahí y déjame en paz.
— Sería una buena opción pero... no, hoy se me antojan las fresas.
— Inepto, solo lo voy a hacer porque no tengo más opción y no quiero ocasionar problemas a mis padres.
— muy bien Jhuliana! Por fin una decisión inteligente de parte tuya
— Cállate imbecil o te juro que...

No puedo terminar de hablar porque el grandísimo idiota me está besando, Pero que le pasa?!?! Estoy en estado de Shock.

Esto no lo voy a tolerar.

— ¡ Pero que te pasa ! No quiero ocasionarle problemas a mis padres pero tampoco voy a ser otra más que besaste. Aparte ¿ quien te crees que eres ? Ni nos conocemos bien y ya me estás besando y coqueteando. Para ya de una buena vez esto es muy incómodo— Largo expulsando todo lo que eh sentido esta semana desde que ese chico llegó, solo me alborota la cabeza con sus actos estúpidos de llamar la atención.

— Oh vamos Jhuliana. Sabes que lo estabas deseando, desde que llegaste te noto impaciente— Dice este con una sonrisa pícara en el rostro.

No se cansa.

— Haré lo que sea, pero no quiero nada de tus idioteces, nada de besos y nada de juegos aturdidos, ojo que no quiero, pero no le arruinaré los planes a mis padres porque lo último que quiero es meterme en problemas— Digo y este me toma del brazo y me empuja hacia la entrada del Restaurante.

¿ Pero que hace ? ¿Y su amenaza ?

Como sea, prefiero estar aquí que irme a otro sitio sola con él. Me da miedo que pase algo que yo no quiera que pase o simplemente ponerme en peligro. Volvemos a la mesa con nuestros padres y lo único que puedo hacer es escuchar charlas de gente madura.

No puedo dejar de pensar en lo qué pasó, el beso. No es porque me haya gustado pero me hace pensar que si antes me incomodaba por su forma de actuar, ahora me incomoda mas con lo sucedido.

Estoy tan sumergida en mis pensamientos que no me doy cuenta de que los adultos me están hablando. Decido actuar normal y seguir como si nada.

— Entonces tú y mi niño estudian juntos eh linda— Dice la señora que al parecer es la madre de Liam.
—Si. Somos compañeros de clase Señora Davis— Respondo y esta pone una sonrisa amigable.

— Sabes... Liam era el mejor del equipo de fútbol en el otro país. Era capitán del equipo, siempre hemos estado muy orgullosos de él. Es el mejor hijo del mundo— Dice la señora Davis.

Si supiera que es el mejor hijo de puta del mundo.... ¿Sabrá esta señora lo animal que es su hijo?

— Que interesante — Es lo único que me digno a responder. Estas personas me están sacando de mis casillas. No soporto un segundo más acá. Todo por no ser una torpeza para mis padres.

*****
Por fin es hora de irnos a casa, he estado hablando con los padres de Liam y la verdad es que me cayeron bastante bien.

Lastima que su hijo sea todo lo opuesto.

Me subo al auto con mis padres y el chofer pone en marcha hasta llegar a la casa. Donde supongo que debe estar María esperándome.

Entro a la mansión y subo las escaleras hasta llegar a mi habitación y encuentro a María acostada utilizando el celular.

— Jhul! ¿ qué tal la pasaste esta noche ?— Dice está en un deje de diversión.

— Mañana te contaré todo lo que ha pasado, por ahora estoy un poco cansada para hablar— Largo buscando alguna pijama cómoda para poder dormir y descansar de una buena vez.

— Está bien... pero mañana tienes que contarme— Dice María a lo cual asiento con la cabeza.

— Vale, tengo mucho sueño. Descansa te quiero— Digo y si más cierro los ojos para después dejarme caer en un profundo sueño.

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Esa nena es una fresa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora