"Soy tuyo"

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Personaje : Martinus Gunnarsen
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Mi celular vibro dando la señal de que había recibido una notificación.

En cuanto me di cuenta que el mensaje que había recibido era de Martinus, mi corazón empezó a latir  con fuerza.

Hacía más de dos meses que habíamos terminado nuestra relación, y no había vuelto a saber nada de él, realmente creí que nunca más volveríamos a estar en contacto.

Desbloqueo mi móvil, y fui hacía los mensajes, aun sintiendo como mi corazón golpeaba mi pecho, como si fuera a salir disparado en cualquier momento.

Martinus: Hola, ____, sé que puede parecer raro que te escriba después de que rompimos, pero necesito tu ayuda con algo... ¿Crees que puedas ayudarme?

Sonreí débilmente, mientras leía una y otra vez el mensaje. Realmente  no estaba enfadada con él, y que necesitara mi ayuda, me parecía extraño, pero no iba a ignorarlo, antes de salir, éramos buenos amigos, y quería que lo siguiéramos siendo.

___: Hey, Martinus. Ya no estoy ocupada, así que dime que necesitas, te ayudaré si puedo.

Su respuesta tardó demasiado, y por unos momentos, creí que no contestaría, dejándome con esperanzas de tener  una relación de amistad con el.

Martinus: Puede parecer extraño lo que te voy a pedir, pero realmente lo necesito... ¿recuerdas que cada vez que me ponía enfermo, me hacías sopa de pollo y me ponía mejor? Bueno, estaría necesitando esa sopa milagrosa ahora mismo...

De nuevo, releí el mensaje unas cuantas veces. Mi mente se llenó de recuerdos, de todas las veces que Martinus se había puesto enfermo, y realmente esa sopa lo había ayudado a ponerse bien. Sonreí al recordar lo mucho que le gustaba la sopa.

____: No hay problema, Martinus, para eso están los amigos, ¿no? Ahora mismo me pondré a hacerla, y luego te la llevaré.

Me dirigí hacía la cocina, y empecé a sacar todo lo que necesitaba para preparar la sopa. Mientras la preparaba, mi móvil volvió a sonar, sacándome una sonrisa, y me maldije por sentir mariposas con ese simple sonido.

Martinus: Muchas gracias,____, en serio, y por cierto...me alegra que puedas ayudarme, pero...tú y yo nunca vamos a poder ser amigos de nuevo

Realmente me dolió leer eso, y realmente me ilusione al pensar que podríamos ser amigos.

Poco más de una hora después, estaba delante de su edificio, y saqué mi móvil, yendo hacía los mensajes.

_____: Estoy justo enfrente, ¿Se la dejo al portero?

Él respondió enseguida.

Martinus: No, no...si se la das se la comerá, y moriré, sube, por favor...

Daba pasos lentos hacía la puerta. Después de que dijo que no podríamos ser amigos, lo menos que me apetecía era verlo, y realmente creí que podría dejarle la sopa sin tener que verlo, pero parecía que eso no estaba en sus planes.

Subí en el ascensor, sintiendo mis piernas temblar. Sujeté con fuerza la bolsa donde tenía el Tupper con la sopa, en cuanto las puertas se abrieron. Miré al final del pasillo, donde estaba la puerta de su apartamento, y suspiré.

Caminé todo lo firme que pude, y toqué en su puerta, mientras mi pecho se oprimía. Escuché pasos al otro lado, y mi corazón se puso a latir como loco. En cuanto la puerta se abrió, inspiré bruscamente, al verlo totalmente pálido, con los labios secos y agrietados, y ojeras.

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