7.

659 43 8
                                    

07.📌

"contigo nada está claro, te siento tan lejos, te quiero tan cerca."

Zoe Vargas.

— ¿quedarte toda la noche? —dijo Bruno y yo asentí, cansada.

—ya quisiera yo que fuese chiste tío, pero se me ha borrado todo, y tiene que estar para mañana. —dije.

—bueno, entiendo, suerte, y si pasa algo o necesitas algo me avisas, te quiero —dijo dándome un abrazo— nos vemos. —dijo yéndose.

solo quedaríamos José Miguel y yo en las oficinas, quería tirarme desde una ventana, caminé hasta la oficina de José Miguel, arrastrando mis pies. Entré y estaba hablando por teléfono, coloqué los cascos y me dispuse a trabajar, el reloj marcaba las 18:15.

nuevamente a recortar y unir partes del vídeo, mi espalda dolía, al igual que mi cabeza, cuando acabé de recortar, quité los cascos, pasé mi mano por mi frente, y solté un suspiro cansado, no supe en qué momento se hicieron las 22:45.

—sigues tú sin usar lentes frente al computador, donde sabes que lo necesitas —dijo en un "regaño" y yo simplemente rodé mis ojos, no iba a discutir— no dices nada porque sabes que tengo razón ¿no?

—José Miguel basta, por favor, no tengo ánimos de estar aquí, mucho menos de discutir. —respondí.

—estás incómoda estando aquí, porque yo estoy aquí, pero si decidieras hablar de lo que pasó sería más ameno ¿qué dices?

—¿crees que hablar de nuestro pasado como pareja va arreglar nuestra relación de trabajos? ¿Acaso a vosotros no os dieron la charla de que las relaciones internacionales joden las relaciones laborales?

—no, y me da igual, sabes que es necesario que lo hablemos Zoe, necesitamos amenizar esto, por el bien de ambos —dijo y yo asentí.— ¿por qué decidiste dejar todo tan rápido? —soltó aquella pregunta tal como si fuese una bomba.

—joder macho, se supone que vamos a mejorar la situación no ha poner temática pa armar una batalla, tío.

—bueno, es que me has dejao' con esa duda, que cuesta responderla. —dijo encogiéndose entre hombros.

—ya conoces la respuesta José Miguel, ¿es necesario repetirla?

—sí, necesito saber que hice mal, porque según yo fui buen novio, jamás te fui infiel, ni fui celoso. —se defendió.

—sabes el porqué, por favor no me hagas repetirlo. —dije ya harta de la situación.

—quedé en la mierda Zoe, necesito respuestas, estoy en mi derecho, necesito saber que error cometí que provocó que tú te hayas ido de mí vida. —dijo elevando la voz, sé que ya debe estar harto, pero no iba a repetirle algo que ya sabe, sé que en cuanto le diga el porqué él me se defenderá y no estoy para escuchar como se hace la víctima.

—¡Yo también quedé en la mierda, una relación es de dos, chaval! —grité.

—¿siempre fuiste así de hartante? Me arrepiento de haber pedido un puto año a tu lado. —me gritó, y oh mierda, mi interior se quebró como vidrio impactado por una bala. Su expresión de enojo pasó a una de arrepentimiento.

José Miguel aka Skone.

estaba exasperado, después de haber gritado, vi como su expresión cambió por completo, su gesto de exasperación cambió a uno triste, puedo decir que casi a un puchero, bajó su mirada, para que yo no viera sus ojos tristes.

¡Bravo José Miguel! ¿aparte de cagarla que más sabes hacer? Se levantó de su lugar y recogió sus cosas y echó todo en su bolso, yo tenía mi mano en mi frente.

—Zoe perdóname, te juro que no quise decir eso —dije pero ella no respondió— de verdad, te juro que no quise decir eso, no me arrepiento de nada.

ella me ignoró y salió de la oficina y yo iba atrás de ella, logré entrar con ella al elevador, se puso sus cascos y encendió su teléfono. La puerta del ascensor se abrió de par en par y salió casi que corriendo.

—Zoe, espera, te juro que no fue mi intención, como pretendes que me arrepienta si ese año ha sido lo único bueno de mí vida desde entonces. —dije y la tomé del brazo.

—por favor suéltame —dijo en voz baja— me tengo que ir, ya es sumamente tarde, necesito ir a casa a terminar de editar y poder descansar un poco.

—si quieres tómate el día, y me mandas el capítulo con Bruno, o a mí correo. —dije tratando de solucionar algo. Ella negó con la cabeza.

la solté y subió a un taxi, cuando el auto se puso en marcha, di una vuelta y golpeé el suelo con mi pie. Es que no se puede ser más imbécil definitivamente.

punto y aparte ; skone.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora