PRÓLOGO

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Desde que era apenas un infante, soñaba con símbolos e imágenes que causaban pánico en mi interior. Cuando se lo comentaba a mi madre quien era fanática Cristiana caía en neurosis y miedo. Pase por muchos lugares dónde se supone me liberarían de esto a lo que llamaban tortura. El haber pasado por brujos charlatanes y adivinos, hasta misas de supuestos exorcismos, y besar las manos de muchos sacerdotes católicos e hincarme a rezar frente a esos dioses falsos, lo único que gané con ello fue miedo intenso y negación ante algo que hoy concibo como la verdad y belleza real.
No hace mucho que decidí enfrentarme a lo que debido a estás creencias era un temor, y lo vi. Estaba fuera de la ventana de mi habitación que tiene vista a mi jardín. Sólo fue fugas, pero me sonrió. Supe en ese momento que este era mi camino. Satán no es ese ser maligno horrible y de ojos rojos. Es tan hermoso, que intentar describirlo sería limitarlo.
No hace mucho que me inicié y decidí dedicar mi vida a él. Este es un diario del cómo me he ido adentrando poco a poco en lo profundo de la sabiduría infinita, sabiduría que sólo pocos entenderán y podrán adquirir. Ya que en base a mi experiencia entendí que no todos están preparados y todo llega en el lugar y momento exacto.
Esté diario es en honor a quien hoy concibo como mi padre, creador, amigo, guía y consejero, Dios padre Satán y a aquel quien caminó a mi lado desde pequeña y me protegió sin que yo lo supiera, a mi demonio guardián a quién hoy ofrezco con toda mi humildad y respeto Baal. De igual manera a todos aquellos que por curiosidad o incluso por morbo o por odio quieren adentrarse y saber de qué se trata este sendero.

Hail Satán. Ethan Shemhamforash. In nomine dei nostri satanas luciferi excelsi.

EL DIARIO DE UN SATANISTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora