2 de abril

181 11 0
                                    

Después de haberme iniciado me he sentido extraño. Siento que alguien me acompaña a todos lados a dónde voy, y no me produce escalofríos. Siento mucha alegría y quiero compartirla con todos quiénes me rodean. Que lástima que su mente esté cerrada, si hablará de ésto con ellos seguro me criticarían.
Sin duda está madrugada dormí como bebé, hace tiempo que no descansaba tan bien. Sentí un alivio de toda pena o peso encima.
Tengo en mente la vela, anoche cuando la encendí daba vueltas de un lado a otro, en el cuarto se escucharon ruidos raros, sentí su presencia. Cuando la vela estaba a punto de acabarse puedo jurar que sentí la caricia de una mano cálida en mi brazo.
Siento muchas ganas de saber más, de conocerlo, de saber su doctrina. Voy a buscar más, quiero encontrar a un mentor, a alguien que pueda ayudarme a resolver todas estas dudas. La vela y su moviento por ejemplo, es algo que me consterna, siempre he sido muy curioso.
Espero que al buscar también logre encontrar a alguien con quién pueda platicar acerca de esto sin que me juzgue. Que triste pero cierto, que en esta sociedad exista está cerrazón a la aceptación de otras creencias y peor que yo lo vea así, se que un día no me importará pero por ahora me gustaría encontrar a alguien que me ayude a darme seguridad.
Quiero poder contarle a los demás como me siento, mi cuerpo está lleno de energía, siento un poco de comezón, puede que sea un efecto de su presencia conmigo, tiene tanta luz, y yo que había estado por tanto tiempo en medio de la oscuridad, ahora sólo lo estoy comenzando a asimilar.
Se que él pondrá en mi camino aquello que debo encontrar. Por ahora voy a disfrutar está sensación, voy a ser feliz y gozar de esté placer.
Tengo duda aún debo admitir. Pero las dudas se discipan conforme se camina, y quiero caminar a su lado.

EL DIARIO DE UN SATANISTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora