Desde los inicios, buscamos acercarnos a personas que en principio tomamos como guías, con el fin de poder esclarecer dudas, y poder fortalecer nuestros conocimientos.
No es malo lograr encontrar a personas que están dispuestas a compartir su conocimiento sin ningún compromiso, y que debido a su amplía experiencia y conocimiento, logran ganarse nuestro apoyo, respeto , admiración, e incluso logran, ganarse nuestra estima.
Esta entrada, se trata meramente de hacer incapie, en qué tanto poder le damos a los demás sobre nosotros, y hasta qué punto, esto puede interferir en nuestro bienestar.
No está mal lograr encontrar a alguien que nos instruya, y que nos ayude como Faro de luz en lo que en un principio parece oscuridad absoluta.
Sin embargo no está demás jamás olvidar algunos de los principios básicos que nos conducen de manera progresiva hacía el crecimiento.
Estamos en la lucha constante para lograr alcanzar la luz, es decir, obtener sabiduría de manera continúa, y poder así, de esta manera, lograr encontrarnos a nosotros mismos en primer lugar.
Nadie, absolutamente nadie, tiene un conocimiento absoluto de lo que existe en la infinidad de este gran universo que estamos encontrando y enfrentando ahora, es por esto, que debemos manejarnos con cuidado, y de forma sigilosa.
Esto quiere decir, que al estar luchando contra la ignorancia y la estupidez, debemos cuestionarlo todo, absolutamente todo.
Más allá de comenzar a tomar parte de un grupo de personas cuya creencia es afín a la nuestra, no debemos olvidar quienes somos y quiénes queremos ser.
No olvidemos jamás cuáles son nuestras expectativas reales acerca de nosotros mismos, es decir nuestros objetivos primordiales.
Esto no es una carrera de velocidad sino de resistencia, estaremos rodeados de personas que estarán poniendo casi siempre sus intenciones personales sobre las nuestras, algunos lo hacen de forma gratuita por afán de poder cumplir un trato o promesa con entidades distintas.
Sin embargo, no olviden que este camino comienza por ser un proceso individual en todo sentido.
Desde el momento en el que se pacta, se llega a un contrato meramente individual, es por esto que podemos ser guiados quizá en temas teóricos como ligera introducción en cuanto a ritos y elementos dentro de los mismos pero nadie jamás podrá decirnos más allá ya que cada uno hace su formación de la manera en la que más le compete.
Por lo tanto, es sugerible que siempre se cuestione o se ponga en duda, todo conocimiento que sea ofrecido siempre que se tenga más información, visión y principios.
Qué quiero decir con esto? Es claro que todo maestro o erudito que lleva tiempo dentro de esto merece ser respetado, sin embargo, no idolatrado. No es sugerible seguir a otro ser humano de forma ciega, ni mucho menos adorar o poner en un pedestal, ya que como satanistas, tenemos el deber de evolución y crecimiento personal, es decir, que antes de anteponer personalidades, debemos poner como prioridad la filosofía (si son ateistas) o le deidad cuyo trato cerramos nosotros, no terceros.
No seguimos más a ningún figura supuesta en ningún sentido más que a nosotros mismos ya que uno de nuestros fines es llegar a entender que nosotros mismos terminaremos siendo nuestros mismos dioses. Por lo tanto la idolatría hacía terceros es algo que debe sobrar.
No olvidemos que nadie puede ni debe obligarnos a hacer nada que nuestra intuición nos marqué va en contra a lo que nosotros esperamos de nosotros mismos.
Así que, en pocas palabras, hay que manejar toda información que llega a nosotros, con un juicio propio. Actuar de una forma que nos complazca a nosotros mismos en primer lugar y no a terceros por más eruditos que sean.
No se dejen engañar tan fácil ni guiar dejando toda convicción propia y personal con tal de adquirir u obtener alguna respuesta a nuestras dudas. No debemos ni tenemos que quedar bien con nadie, así que siempre podemos dudar y cuestionar. Los ídolo de barro siempre caen y se desmoronan nadie tiene poder absoluto en ningún sentido, así que no olviden siempre ser ustedes mismos.